El gigante estadounidense Coca-Cola hará una espectacular entrada en el mercado de la venta de café, desembolsando 5.100 millones de dólares, para comprar la cadena británica Costa, una de las mayores del mundo.
El propietario de Costa, el grupo británico de hostelería y restauración Whitbread, anunció haber llegado a un acuerdo con Coca-Cola para la venta de la cadena de cafeterías, rival a nivel mundial de Starbucks o McCafe de McDonald’s.
Coca-Cola busca así diversificarse aún más, después de haber sufrido en los últimos años los efectos en los cambios de consumo, cada vez más desfavorables a las bebidas azucaradas, y del combate de muchos gobiernos contra la obesidad.
La venta de Costa aún tiene que obtener la luz verde de las autoridades de competencia de la Unión Europea y China y podría cerrarse en el primer semestre de 2019.
Whitbread anunció a finales de abril un proyecto de escisión de dos entidades distintas: por un lado sus hoteles de bajo costo Premier Inn y, por otro, las cafeterías Costa, primera cadena de este sector en Reino Unido y que el grupo decidió finalmente vender. El grupo británico explicó en un comunicado que esta cesión a Coca-Cola es mucho más interesante financieramente que la escisión prevista.
Tras el anuncio, las acciones de Whitbread se dispararon más de 16% en la Bolsa de Londres, superando las 46 libras por título (59,8 dólares). Whitbread precisó que su consejo de administración respaldó de manera unánime esta transacción, de la que gran parte del beneficio irá a parar a los accionistas.
El dinero ingresado permitirá también al grupo británico reducir su deuda, ampliar su fondo de jubilaciones y financiar el desarrollo de Premier Inn en Reino Unido y Alemania.
Whitbread adquirió Costa en 1995, al comprarla a los hermanos Bruno y Sergio Costa, quienes habían fundado la marca en Londres en 1971. El grupo británico pagó entonces 19 millones de libras por la cadena, que entonces apenas contaba con 39 establecimientos.
Desde entonces se desarrolló ampliamente en Reino Unido y en el extranjero, y actualmente cuenta con 2.400 puntos de venta en el país, y 1.400 establecimientos en el resto del mundo. La marca gestiona también 8.000 máquinas de café Costa Express, disponibles sobre todo en supermercados y estaciones de servicio de ocho países.
El volumen de negocios de Costa fue de 1.290 millones de libras en el ejercicio 2017-2018 y tuvo un beneficio operativo de 123 millones de libras. Pero las ventas son menos dinámicas en Reino Unido, debido a la fuerte competencia.
Para Coca-Cola, esta venta sirve para llenar un vacío en el gran abanico de actividades que lleva a cabo en el mercado de las bebidas. “El de las bebidas calientes es uno de los pocos segmentos del sector de las bebidas en el que Coca-Cola no cuenta con una marca global. Costa nos da acceso a este mercado”, dijo el presidente ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, en un comunicado conjunto.
Además de su famosa bebida homónima, Coca-Cola comercializa las aguas Dasani, las bebidas energéticas Powerade, los tés helados Nestea y toda una gama de bebidas gaseosas como Fanta y Sprite.