La relación entre Patcher y el Buenos Aires Herald terminó mal

La relación entre el Buenos Aires Herald y el periodista Damián Pachter no quedó de la mejor forma después de los famosos tuits sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. 

damián-pachter“No tenías que haber enviado la información vía Twitter. Nos tenías que haber informado a nosotros, para que decidiéramos qué hacíamos con esa información”, le recriminaron el lunes pasado a la tarde dos editores del diario Buenos Aires Herald, al periodista Damián Pachter.
Los directivos del Herald tuvieron una áspera reunión con Pachter, en una oficina del diario, cuando el periodista llegó a la redacción, al día siguiente de haber dado la primicia vía Twitter de la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Según contó ayer el dominical Miradas al Sur –del Movimiento Evita, que conducen Emilio Pérsico y el Chino Navarro– “el primer médico que tomó intervención llegó en la ambulancia de Swiss Medical, la prepaga que tenía (Nisman). El médico, impresionado, le pasó un mensaje de texto a Pachter, del Herald, a quien lo une una relación personal”, contó el semanario que hasta el mes pasado era de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.
Patcher siguió yendo a trabajar al Herald hasta el jueves, aunque cada vez en peores condiciones, casi sin dormir. El martes comió una porción de pizza y, después, no volvió a probar comida sólida. El viernes Pachter no fue al Herald.
El diario informó que Patcher, “sin previo aviso, no concurrió” el viernes. Y agregó: “Damián debía entrar a las 15 y, como no se presentó, intentaron comunicarse con él a partir de las 16. Pasadas las 18, contestó un llamado telefónico e informó que iba al médico (…) Pasadas las 21, su editor volvió a intentar comunicarse para saber cómo se encontraba. A la 1.43 AM, vía WhatsApp, contestó que quería avisar que estaba bien y que no tenía batería en su celular”. Al día siguiente, ya no les respondió.
Cristina Fernández de Kirchner arrancó su carta el jueves en Facebook contando que el Herald había puesto en tapa: “Nada nuevo. El reporte de Nisman fracasa en avivar las llamas de conspiración”. Según ella, “fracaso y conspiración, dos palabras que si hubiera utilizado esta Presidenta sería objeto de las peores críticas. Creo que nadie podrá acusar al periódico de habla inglesa de ser un medio afín o cooptado por el gobierno”.
Pero el Herald es oficialista desde que Szpolski lo compró, a fines de 2007; éste luego se lo vendió a otro empresario K, Orlando Vignatti, quien además compró Ambito Financiero, para ponerlos al servicio del Gobierno.
Por eso, el Herald primero hostigó a Patcher y luego lo dejó sólo.
La relación del periodista con el Herald se fue tensando. Y eso quedó en evidencia porque el trabajador no eligió a ninguno de sus colegas de ahí para darles a conocer su partida. Cuando decidió exiliarse, Patcher llamó a Gabriel Martínez Bracesco, del diario Muy, y a Adrián Bono, del portal Infobae, para darles la última entrevista antes de irse a Israel, en el Aeroparque metropolitano.