El arresto de dos niñas de 12 y 14 años de edad, tras el suicidio de una joven que sufrió intimidación, abrió el debate sobre la responsabilidad de los padres en el bullying.
El caso se volvió público y nacional. Por ello, la madre y el padre de una de las acusadas fueron a la televisión para defender a su hija y a ellos mismos. Dijeron que revisaban la actividad de la niña en las redes sociales y que no creían que hubiera acosado a Rebecca Sedwick, de Lakeland, para que esta se suicidara. Expertos dicen que los padres deben usar el caso para hablar con sus hijos.
Rebecca había hablado con su madre sobre la intimidación que sufría; incluso, se cambió de escuela. Pero la instigación siguió vía Internet, según informan las autoridades. Hace alrededor de un mes, Rebecca decidió terminar con todo esto y saltó desde una planta de concreto abandonada.
Según Grady Judd, jefe policial del Condado Polk, un comentario de Facebook lo llevó a arrestar a las niñas. En conferencia de prensa, repitió casi palabra por palabra el mensaje que publicó la niña de 14 años: “sí, intimidé a Rebecca y ella se mató, pero me importa un … Y ustedes mismos pueden agregar la última palabra”.
El jefe policial se mostró enojado porque los padres de la niña le permitieron seguir accediendo a las redes sociales después de la muerte de Rebecca, y dijo que arrestó a la menor para que no pudiera intimidar a nadie más. “Mi hija no se merece estar en el lugar donde se encuentra ahora y, simplemente, tengo la esperanza de que surja la verdad para que podamos terminar esta pesadilla”, dijo el padre a ABC News.
Las niñas fueron acusadas como juveniles por delitos graves de tercer grado de intimidación agravada. Si son encontradas culpables, es posible que no pasen tiempo en la prisión juvenil porque no tienen antecedentes penales. Scott Wilder, portavoz del jefe policial, explicó que la policía también considera la posibilidad de acusar a los padres, pero hasta ahora no han podido probar que sabían sobre la intimidación.
El acoso a Rebecca comenzó hace aproximadamente un año, después que la niña de 14 años se empezó a ver con el ex novio de Rebecca. La niña mayor amenazó a Rebecca diciéndole que la agredía físicamente cuando eran estudiantes de sexto grado en la Escuela Intermedia Crystal Lake y le dijo que “bebiera lejía y muriera”, explicó el jefe policial. También convenció a la niña más joven de que acosara a Rebecca, incluso cuando habían sido mejores amigas.
El padre de la niña menor dijo: “me siento horrible sobre toda la situación. Quizás sea mi culpa, porque no sabía más sobre este tipo de cosas. Ojalá hubiera sabido”.