Así lo indicó esta mañana en la 99.9 Valeria, la hija de Walter Gustavo Salazar, quien está preso hace casi 4 meses acusado de integrar una banda de secuestradores extorsivos. Aunque las autoridades judiciales saben que lo confundieron con su homónimo, el líder de la banda, aún lo mantienen detenido.
Ayer en la 99.9 brindó su testimonio Liliana, esposa de Walter Gustavo Salazar, detenida injustamente y acusado de formar parte de una banda de secuestradores virtuales. Esta mañana habló Valeria, la hija de Walter. Recordó que el hombre está privado de su libertad hace casi 4 meses por algo en lo que nunca participó.
En principio, explicó cómo llegó a estar detenido: “el abogado dice que él estaba en el lugar equivocado en el momento justo. Se lo involucra en el secuestro de Rodrigo Cristino. El 28 de diciembre de 2012, cuando secuestraron a esta persona, el pago del rescate era en el banco de Luro e Independencia. Él estaba ese día sentado esperando que salga su pareja. Lo identificaron con las cámaras de seguridad y lo involucraron”.
A partir de allí empezaron las cosas turbias: “dicen que lo vieron a él en el auto con una de las personas que están involucradas en la causa también, pero es mentira, porque no pudieron mostrar una fotografía ni nada. Esas son las pruebas endebles que tienen ahora contra él”.
Lo cierto es que Walter no conoce a ninguno de los integrantes de la banda, y mucho menos a las víctimas. “No tiene relación ni con las víctimas ni con los detenidos. Las otras personas tampoco lo señalan en nada porque nadie lo conoce. Está detenido desde el 25 de septiembre. Nos asignaron un defensor oficial y después de la feria lo cambiaron por otro, pero todavía ni siquiera conoce bien la causa. Es una situación desesperante”, señaló Valeria, angustiada.
Mientras esperan que alguien desde el sistema judicial los reciba, porque han rechazado todas la audiencias solicitadas, Salazar sigue en un calabozo: “la situación a él lo está aniquilando, son 4 meses. Las causas tienen infinitas irregularidades. Lo fueron a buscar primero a la casa de su ex esposa donde hace 7 años que no vive. Hay un teniente que da un testimonio y es el que más lo implica, dice que lo siguió a mi padre y lo vio con otras personas imputadas en la causa. La historia no era para nada creíble, nunca se lo llamó a declarar ni nada”, remarcó, como una de las irregularidades más importantes en la causa.
Ninguna promesa fue cumplida hasta el momento. Por eso, reclaman justicia: “nos dijeron que cuando apelemos le iban a dar la libertad para que espere el proceso libre. Hicieron el pedido, pero la Cámara lo rechazó. Lo único que queremos tener es justicia”.