Carolina del Norte y del Sur son los Estados más afectados. Se estiman daños por unos 22.000 millones de dólares.
El presidente Donald Trump declaró el “estado de emergencia” para Carolina del Sur por las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por Florence, que ya causó al menos 23 muertos mientras su radio de acción se extiende sobre seis Estados de la costa este del país.
Carolina del Norte con 17 casos fatales y Carolina del Sur, con 6, son los estados más afectados. El gobierno federal los ayuda ahora con dinero y equipos coordinados por el Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias.
El huracán Florence había tocado tierra el viernes 14 y se degradó a “depresión tropical” el último domingo. Trae lluvias intensas que provocan inundaciones repentinas en Carolina del Norte y del Sur, con tornados y vientos de 50 kms por hora. El Centro Nacional de Huracanes explicó que Florence avanza a 21 kms por hora y gira al nordeste, con lluvias de 150 milímetros. El ojo del huracán está sobre Carolina del Norte y del Sur, pero también serían afectadas distintas zonas de los estados de Delaware, Maryland y Pensilvania.
Más allá de las víctimas mortales, hay miles de evacuados y 480.000 hogares sin electricidad. Wilmington, una ciudad portuaria de Carolina del Norte con 117.000 habitantes, quedó aislada por tierra aunque los socorristas lograron entrar con camiones que llevan agua potable y comida. El agua y los troncos de árboles caídos bloqueaban varias calles de Wilmington, mientras algunos residentes esperaban horas en los supermercados para comprar insumos básicos.
El valor de los daños materiales provocados por Florence varía entre los 17.000 y 22.000 millones de dólares, por la destrucción de propiedades y la caída de la producción. Este cálculo fue difundido por los economistas de Moody’s Analytics, quienes advierten que la cifra podría ser mayor cuando llegue más información sobre las inundaciones. Es que hoy en día se construye mucho en zonas costeras e inundables. Los daños a la propiedad sumarían 20.000 millones de dólares y otros 2.000 millones más se agregan por la caída de la producción en la región.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que hay “numerosas alertas de inundación” en Carolina del Norte y el sudeste de Virginia. Aunque las lluvias terminaron en ciertas áreas, “el cauce de los ríos sigue creciendo”, advirtió el Servicio Meteorológico. Florence ya hizo desbordar los ríos Neuse y Cape Fear, además de cortar importantes rutas. Los temores de inundación se extendieron al estado de Virginia Occidental, donde hay rutas cerradas y cortes de energía.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, pidió a los habitantes evacuados que no volviera a sus viviendas por el riesgo de inundaciones repentinas, rutas clausuradas y desbordes de los ríos. A unos 115 kms de la costa de Carolina del Norte, el río Lumber, una atracción turística regional desde hace más de diez años, obligó a innumerables vecinos de la zona a huir rápidamente en botes. Escenas parecidas podrían repetirse en localidades que están a más de 400 kms tierra adentro, por la repentina crecida de los ríos.