Quedó primera de Iberoamérica y 124° entre casi 900 universidades. La de San Pablo está 143° y la de México, 160°.
El MIT, Harvard y Cambridge hace años que se turnan en el podio para ver cuál es primera, segunda y tercera. Ninguna otra universidad del mundo logra bajarlas. Este año quedaron en ese orden en el ranking de calidad QS de universidades, que acaba de conocerse. En ese escenario que nunca cambia, el batacazo lo dio la Universidad de Buenos Aires (UBA): en esta edición logró trepar 74 posiciones hasta ubicarse primera entre las universidades de Iberoamérica.
La UBA está en el puesto 124 entre casi 900 universidades del mundo. Recién en el puesto 143 aparece la Universidad de San Pablo y en el 160, la de México. La de Barcelona está en el 166°. La UBA superó también a prestigiosas universidades como Humboldt (Alemania), Maryland (EE.UU.), Georgetown (EE.UU.), Hebrea de Jerusalem (Israel), Liverpool (Inglaterra) y University College of Dublin (Irlanda), entre otras.
El salto de la universidad más grande de la Argentina es llamativo y lo primero que surge es la pregunta: ¿cómo se pueden trepar tantas posiciones en un año? Las autoridades de la UBA lo atribuyen a una combinación de dos fenómenos: “Por un lado, estamos dándole más importancia a la difusión de los datos de la universidad. Antes esto no era así. Los ordenamos y logramos que lleguen de una manera más clara a los organizadores de este ranking. Por el otro hay una mejora real de nuestra situación universitaria”, explicó a Clarín Alberto Barbieri, rector de esta casa de estudios, que asumió su cargo en marzo de 2014.
Otro dato que llama la atención es que en el ránking regional de QS (Latinoamérica), que fue publicado en mayo, la UBA estaba ubicada en el puesto número 15. “Ese ránking se hizo con información anterior, del año pasado. La foto actual es la que muestra este nuevo ranking internacional y nos dice dónde estamos parados”, agregó Barbieri.
Elaborado anualmente, el ranking QS se sustenta sobre cuatro pilares: investigación, calidad de la enseñanza, reputación empresarial e internacionalización (vínculos de la universidad con otras del mundo). Para ello, el estudio se basa en el análisis de seis indicadores: reputación académica, reputación entre los empresarios, cantidad de estudiantes por profesor, citaciones por facultad y la proporción de alumnos y profesores internacionales.
Barbieri dio un ejemplo de lo que sucedía hasta el año pasado con la difusión en el mundo del trabajo de la UBA: “Muchos investigadores, al publicar un paper, ponían sólo que eran del Conicet y no de la universidad. Empezamos a poner especial atención a este tipo de cosas y eso ahora se traduce en resultados estadísticos”.
Pese a la notable mejora y a que la misma coincide con su primer año al frente de la universidad, Barbieri prefirió evitar el exitismo. “Seguimos criticando los rankings. Así como los criticábamos cuando nos daban mal, lo seguimos haciendo cuando nos va mejor. No hay manera de que en una ecuación matemática se muestre la realidad de nuestra universidad. Pero si a nivel mundial todos quieren ver como estamos, no podemos mirar para el costado”, concluyó.