Controlará 33 distritos frente a los 17 que administra en la actualidad. La revalorización de Ernesto Sanz.
A partir del 10 de diciembre gobernará el doble de municipios. Y su representación tanto en la Legislatura como en el Congreso se verá sensiblemente ampliada. Al radicalismo bonaerense, el acuerdo electoral con el PRO le terminó resultando mucho más que redituable, lo que le permitirá ampliar su presencia territorial y su influencia legislativa.
No sólo eso: después de 28 años podrá sentar un representante propio en la presidencia del Senado por medio del vicegobernador Daniel Salvador y seguramente contará con varios funcionarios -algunos de ellos ministros- en el equipo de gobierno de María Eugenia Vidal.
En efecto, la alianza entre la UCR, el macrismo y la Coalición Cívica que llevó el rótulo de Cambiemos, se alzó con 64 municipios. De ellos, 33 quedaron para representantes del centenario partido. La “ola Vidal” llegó con su efecto derrame a varias comunas que no estaban en los planes del armado opositor.
Ese empuje más algunas realidades locales de peso, hicieron que Cambiemos se quedara con distritos impensados como, por ejemplo, Berisso, Chacabuco o Mar Chiquita, en el Interior, además de los más sonoros desplazamientos de oficialistas peso pesados del Conurbano como ocurrió en Quilmes, Morón, Tres de Febrero o Pilar.
ESTRATEGIA NACIONAL
Pero volviendo a la realidad del radicalismo, la cosecha electoral la acarreó buenos dividendos. Por estas horas en la UCR, con resultados en mano, se da vuelta la mirada hacia la otrora polémica cumbre de Gualeguaychú donde la posición esgrimida por el jefe partidario Ernesto Sanz, se volcó hacia el acuerdo con Mauricio Macri.
Sanz emerge como una herramienta central del resurgimiento institucional del radicalismo en la Provincia. La estrategia de unir destinos al macrismo, cabe recordar, había generado fuertes cortocircuitos en el centenario partido y muchos de esos chispazos alumbraron en territorio bonaerense.
Acaso uno de los máximos referentes del radicalismo provincial, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, haya puesto la cuestión en blanco sobre negro en las últimas horas. “Tenía razón Ernesto Sanz, no la ví”, se sinceró el alcalde, uno de los dirigentes que con más énfasis combatió el cierre con el PRO.