Lanatta desde la cárcel: “Yo recaudaba para Aníbal Fernández”

Lanatta-Anibal
TRIPLE CRIMEN. | “Es uno de los tipos más ricos de la provincia de Buenos Aires”, afirmó el condenado. Involucró a Cristina con el dinero espurio y habló de Marcelo Mallo.

Martín Lanatta, uno de los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, ratificó que Aníbal Fernández “es la Morsa”, que el ex jefe de Gabinete “es el jefe de la mafia” y “el recaudador” de Cristina Kirchner y que en diciembre “me liberó para matarme”. Fue en una entrevista en el penal de Ezeiza con el programa La Cornisa, de Luis Majul, en el que también buscó desvincular a Ibar Pérez Corradi de los homicidios vinculados al negocio de la efedrina. A continuación, los tramos más relevantes:

-¿Qué pruebas tiene para incriminar a Aníbal Fernández?
-Aníbal tiene antecedentes de mandar a matar gente, como el chico de la barra de Quilmes (…), él fue el autor del Triple Crimen (…), me decía que lo que recaudaba de la efedrina era para futuras campañas.

-Sin embargo, la Corte de Justicia Bonaerense dijo que usted es el autor del Triple Crimen.
-Yo no tuve nada que ver. Necesitaban culpables y por eso me acusaron a mí, a mis hermanos y a los Schillaci.

-¿Usted dice que nunca asesinó a nadie?
-Jamás. Soy un experto tirador. Incluso cuando estaba fugado me enfrenté a un gendarme que no quería bajar el arma y le disparé en el brazo para que se le caiga el arma y le dije que se apriete la herida, que no le iba a pasar nada.

-Eso parece de un película de Rambo…
-Pero es la verdad.

-Cuando entrevistamos a los policías que usted baleó en Ranchos nos dijeron que les tiró a matar y que tenía cara de asesino…
-Si les hubiera tirado a matar, estarían muertos. Les tiré porque estaban por sacar el arma.

-Pero el policía dijo que no tuvo tiempo de nada. Que usted le tiró a matar. Que el disparo le dejó los intestinos en la mano y que se salvó porque lo socorrieron de manera efectiva y muy rápido.
-Si lehubiese pegado más arriba estaría muerto. Yo no les tiré a matar a los policías de Ranchos. Yo le tiréun tiro al costado para que no saque el arma. Si lo hubiera querido matar le tiraba en el tórax. Yo soy muy bueno tirando y más con fusil.

-Si usted no mató a Forza, Ferrón y Bina, ¿quién fue?
-Se llama Máximo y es un hombre de la ex SIDE que trabajaba para Aníbal. Yo ese día estaba en un bar de Uruguay y me dijo que se iba a encontrar con estos muchachos para continuar con el negocio de la efedrina y darles un tirón de orejas.

-¿Para quién actuaba Máximo?
-Aníbal da la orden directa de matar a Forza. Los mandó a matar Aníbal Fernández, porque Forza estaba hablando de él con los medios. Máximo, por orden de Aníbal, le da muerte a los chicos. El día que ellos van al encuentro en el Walmart y se van a Quilmes, yo estoy en la confitería de Bartolomé Mitre y Uruguay. A mi hermano lo agarran por vivir en la zona. Cuando los llevan a Quilmes tenían la zona liberada. Yo sabía que Máximo se iba a encontrar para reanudar los negocios y pegarles un tironcito de orejas. Schillaci estaba conmigo en Bartolomé Mitre y Uruguay, certificado por el fiscal. No sé qué paso allá.

-¿Por qué no denunció antes a Aníbal Fernández?
-Aníbal me decía que mientras él estuviera en el trono esta causa no avanzaba. El me había prometido que iba a salir en libertad. Que iba a seguir manejando la Justicia con la procuradora Falbo y que tenía que aguantar un poco para salir. Pero me sentí traicionado y dije toda la verdad.

-¿Recibió plata para hablar de Aníbal en plena campaña política?
-No.

-¿Por qué lo entregó a Aníbal?
-Porque era él o yo. Todavía no vi a ningún político preso.

-Se considera un preso político?
-Sí.

-¿Quién es para usted Aníbal Fernández?
-Aníbal es el jefe de la mafia. Andaba en un auto despintado y paso a ser el más millonario de la Provincia. Tiene antecedentes de mandar a matar gente, como el chico de la barra de Quilmes.

-Pero en la Justicia creen que usted era un brazo armado y ejecutor de una mafia.
-Aníbal era el jefe de la mafia. Yo solo le presenté a Forza y otros negocios pero nunca maté a nadie. Aníbal Fernández manejaba el RENAR y facilitaba la importación de efedrina como si fuese pólvora como dos cajas para recaudar para las campañas políticas K. También tenía control de una SIDE paralela y de los barrabravas del fútbol, a los que utilizaba como brazo armado. A Aníbal le pagaban una protección. El negocio de la efedrina era de él. No necesitaba matar a Forza para quedarse con todo. El contrabando para Aníbal era como para mí ir a comprar un Marlboro al kiosco. Aníbal fue el dueño del negocio todo el tiempo. Los mató por una amenaza política.

-¿Usted dice que Aníbal recaudaba para CFK por Renar, efedrina, registro y portación de armas?
-Sí.

-¿Cómo fue que los dejaron salir de la cárcel?
-Después de la nota a (Jorge) Lanata, Aníbal me pidió que me retracte. Una persona de confianza de Aníbal me pidió que no hable. Me abrieron las puertas del penal. Me dijeron que la orden vino de arriba, de la gestión anterior. Vienen y me dan un argumento jurídico. Me dicen “andate”. Nos íbamos a ir a encontrar con gente de Aníbal que tenía una cámara. Yo sabía que cuando llegábamos al punto de encuentro con la gente de Aníbal en La Plata no nos íbamos más, así que no llegamos.

-¿Cuando se fueron de la cárcel fueron a matar a Aníbal Fernández?
-No quisimos ir a matar a Aníbal cuando salimos. Nosotros sabíamos que prófugos y en las manos de Aníbal no nos íbamos más. Agarramos las armas automáticas y seguimos viaje. Fuimos a buscar las armas que teníamos guardadas.

-¿A la casa de Marcelo Mallo, el ex líder de Hinchadas Unidas Argentinas al que le encontraron el arma del doble crimen del Unicenter?
-No voy a decirle dónde.

-Pero no lo niega.
-No. Teníamos un arsenal producto del plan Desarmar, que fue otra caja que se armó desde el gobierno para darles armas a la Tupac Amaru de MilagroSala, la Cámpora y vender armas a Paraguay. Nosotros también guardamos armas. Era otro negocio junto con el de la efedrina, que lo manejaba un oficial del organismo de inteligencia. Aníbal tercerizaba sus negocios. Marcelo Mallo es soldado de Aníbal. El de Hinchadas Unidas Argentinas al que le encontraron el arma con el que se asesinóa los colombianos en el Unicenter.

-¿Le consta el contacto con mexicanos por el negocio de la efedrina?
-Carlos Ahumada fue el único mexicano que vi por el lado de Aníbal cuando fui a llevarle el dinero de Forza.

-¿Quién es la Morsa?
-Aníbal Fernández. Incluso Solange Bellone (la viuda de Forza) toda la vida supo quién es la Morsa y ni la llamaron a declarar.

-¿Usted dice que la ex Presidenta sabía y también participaba en el negocio de la droga?
-Totalmente. Manejaban con total impunidad. Aníbal decía que lo que recaudaba de la efedrina es para futuras campañas. Forza puso los cheques para la campaña del 2007 y le daban la plata por atrás.

-¿Cuándo se fugaron adónde pensaban ir?
-Pensábamos escondernos y entregarnos más adelante, cuando estuviesen dadas las garantías. Podríamos habernos ido pero no lo hicimos. Queríamos entregarnos pera tener un nuevo juicio. Hoy tengo las garantías para pelear mi causa.

-¿Tuvieron apoyo para esconderse?
-No tuvimos apoyo de la Policía ni de nadie. Tuvimos el apoyo entre los tres. Incluso había dos sectores en las fuerzas de Seguridad. Los que querían atraparnos y los que querían matarnos. Había un grupo que nos quería atrapar con vida y otro matarnos. Por eso se produjo el enfrentamiento de gendarmes en Santa Fe.

-¿Dónde compraban la comida? ¿Dónde plotearon la camioneta con el logo de Gendarmería?
-Ibamos nosotros a los negocios. Nunca nos conocieron.

-¿Por qué lo capturaron?
-Volcamos con la camioneta. Le dije a mi hermano y a Víctor que se adelanten. Yo me fracturé el hueso de la mejilla, estaba deshidratado, no daba más. Por eso fui a pedir agua y ahí me capturaron. A mí me detienen porque yo fui a pedir agua a una casa de familia,porque me estaba desmayando. Me separo de mi hermano y Schillaci, porque yo estaba perdiendo conocimiento.

-¿Usted defiende a Ibar Pérez Corradi?
-El era un financista del mercado de medicamentos. Pérez Corradi solamente me pidió que seamos socios de él y que le manejemos el negocio de los medicamentos. Pero no quería nada trucho. Me pidió que fuéramos socios en el negocio de los medicamentos. Era derecho y no tuvo nada que ver con el Triple Crimen. Seguro va a poder demostrar su inocencia.

-¿Tiene miedo de que lo maten?
-No tengo miedo de que me maten. Tengo miedo por mi familia. Y la familia de Schillaci y mi hermano. Mi hermano fue herido en una pierna cuando iba a declarar.

-¿Está de novio?
-Sí. Es una chica que conozco hace mucho y desde que llegué acá se conectó conmigo. Viene a visitarme. Nos llevamos muy bien. Es una excelente chica. La conozco hace mucho tiempo y nos reencontramos después de la fuga.

-Lanatta, ¿usted puede dormir en paz?
-Claro que duermo en paz. Espero un acto de justicia para mí y para mi hermano.