El abuso de sustancias y las enfermedades mentales son habituales entre las personas lesionadas, según un estudio.
Más de 50,000 estadounidenses reciben tratamiento cada año por lesiones infligidas por la policía, según un estudio reciente.
Aunque las muertes a manos de la policía han recibido mucha atención a nivel nacional, se ha prestado menos atención a las lesiones no mortales producidas por las fuerzas del orden de EE. UU.
En todo el país, se produjeron más de 355,000 visitas a los departamentos de emergencia por lesiones provocadas por la policía entre 2006 y 2012, según los investigadores del Hospital Presbiteriano de Nueva York y del Colegio Médico Weill Cornell, en la ciudad de Nueva York.
La cantidad de lesionados cada año (unos 51,000) se mantuvo estable a lo largo del periodo de 7 años, encontraron los investigadores.
“Aunque es imposible clasificar cuántas de estas lesiones son evitables, estos datos pueden servir como punto de referencia para evaluar los resultados de los esfuerzos nacionales y regionales para reducir las lesiones relacionadas con las fuerzas del orden”, dijeron la Dra. Elinore Kaufman y sus colaboradores en el estudio.
El abuso de sustancias y las enfermedades mentales eran habituales en los pacientes lesionados por la policía, según los investigadores.
Los hallazgos se publicaron en línea el 19 de abril en la revista JAMA Surgery.
De las visitas al departamento de emergencias identificadas en el estudio, el 0.3 por ciento (1,202) terminaron en un fallecimiento, indicó el equipo de Kaufman en un comunicado de prensa de la revista.
Al analizar los datos de la Muestra Nacional de Departamentos de Emergencia, los investigadores también encontraron que:
Más de 8 de cada 10 pacientes eran hombres. La edad promedio de los pacientes era de 32 años, la mayoría vivían en áreas de bajos ingresos, y el 81 por ciento vivían en ciudades.
Las lesiones provocadas por la policía eran más habituales en el sur y en el oeste y menos comunes en el noreste y el medio oeste.
La mayoría de las lesiones provocadas por la policía resultaron de haber recibido golpes. Los disparos de arma de fuego y los apuñalamientos conformaron menos de un 7 por ciento de las lesiones. La mayoría de las lesiones eran menores.