La tasa de muertes violentas intencionales en Brasil subió un 3% y llegó a 30,8 por cada 100 mil habitantes, el año pasado. En total murieron de esta forma 63.880 personas en todo el país, lo que significa una media de 175 asesinatos al día. Se trata del peor índice de la serie histórica, iniciada en 2013.
El año pasado, se disparó también la cantidad de muertos a manos de la policía: 5.144, una media de 14 al día, un 20% más que el año anterior.
El número de policías muertos, al mismo tiempo, retrocedió un 5%, llegando a 367.
La tasa de violaciones subió un 8%, con 60.018 casos, y la de mujeres asesinadas, un 6%, con 4.539 víctimas.
Todos estos datos del panorama de la violencia en 2017 aparecen en el informe del Foro Brasileño de Seguridad Pública, organización de investigadores que compila estadísticas de secretarías de seguridad y de las policías civil y militar de todos los estados.
El criterio para la suma de muertes violentas intencionales incluye homicidios dolosos, robos con asesinato, lesiones corporales con asesinato, muertes de policías en enfrentamientos y muertes de civiles en operaciones policiales.
La suma se hace desde 2013, por lo que no es posible comparar con los balances de los años anteriores.
Río Grande do Norte fue el estado más violento del país, con 68 muertos por cada 100 mil habitantes, más del doble de la media nacional, según el 12º Anuario Brasileño de Seguridad Pública, divulgado el jueves (9). Y es que en enero del año pasado se produjo una masacre en la cárcel de Alcaçuz, como resultado de una disputa entre facciones que acabó cobrándose la vida de 26 reclusos.
Además, también en 2017, el cuerpo de policía se puso de huelga haciendo subir también casos de asaltos, robos y asesinatos.