Discotecas o descampados alejados son algunos de los escenarios más comunes donde ocurren asesinatos.
Los lugares donde se han cometido los crímenes más atroces de Madrid tienen un denominador común: son locales de ocio o parajes muy alejados.
En El Balcón de Rosales, la discoteca Heaven o la New Chacal de Parla, clientes o controladores de acceso perdieron la vida. Desde el año 2000, la discoteca Sueños (Tetuán) es escenario de al menos dos crímenes y dos reyertas con graves heridos.
“La violencia a flor de piel del machista se manifiesta en los lugares de ocio, donde también influye el consumo de alcohol y estupefacientes”, afirma el criminalista Salvador Ortega. Y agrega que “un perfil que poco o nada tiene que ver con el del ‘depredador social’, actúa en zonas aisladas y eligiendo a la víctima más adecuada“.
La psicóloga clínica Carmen Bermejo Romero opina que “el crimen de discoteca no suele estar premeditado, a diferencia del otros que conllevan ensañamiento y alevosía, y que buscan limitar las posibilidades de defensa del agredido“.