Las madres se vuelven más eficaces una vez que sus hijos han crecido, según un estudio del Banco de Reserva Federal de San Luis (EE.UU).
Las mujeres con al menos dos hijos son las más productivas en el trabajo. Esta es una de las conclusiones extraídas de una investigación del Banco de Reserva Federal de San Luis (EE.UU) recogido por «The Washington Post». Para realizar el informe, los investigadores contabilizaron los estudios académicos publicados por 10.000 economistas hombres y mujeres.
Los resultados indican que los padres de un solo hijo y los que no tienen ninguno realizan de manera similar la misma actividad a lo largo de gran parte de sus carreras. Sin embargo, los hombres con dos o más hijos eran más productivos que los pertenecientes a los dos grupos anteriores.
Las diferencias fueron aún más acentuadas en el caso de las mujeres. Las que no tuvieron hijos durante sus primeros cinco años de carrera fueron menos productivas que las que tuvieron al menos uno. En el caso de las que tuvieron un mínimo de dos, su carrera profesional fue aún mejor.
Los investigadores puntualizan que la eficiencia en el trabajo cae cuando los hijos son más pequeños. La productividad decrece en un 9,5% con el primer hijo; un 12,5% con el segundo y un 11% con el tercero. No obstante, una vez que lo hijos crecen, el efecto es el contrario: las madres destacan por su desempeño laboral frente a las que no lo son.
Christian Zimmerman, uno de los investigadores del trabajo, explica que es posible que el tipo de mujeres con más probabilidades de tener varios hijos también podría ser el tipo de féminas con más probabilidades de tener éxito como economistas académicos.
Otras de las razones pueden encontrarse en que las madres son más organizadas, tienen una reputación consolidada o simplemente, se sienten cómodas cuando dedican tiempo al trabajo como una forma de liberación de las tareas del hogar.