La caja sindical creció un 130% en 2016; Comercio, la Uocra y UPCN, los más beneficiados.
“La caja para disciplinar a la dirigencia sindical”. Así definen distintos funcionarios al Fondo Solidario de Redistribución, que se encarga de reintegrar a las 300 obras sociales sindicales el dinero que destinan a tratamientos de alta complejidad o medicamentos costosos. Durante el gobierno de Mauricio Macri, el reparto tuvo como principales beneficiados a la obra social de Comercio, que conduce Armando Cavalieri; los estatales de UPCN, cuyo jefe es Andrés Rodríguez, y la obra social de la Uocra (construcción), el gremio que dirige Gerardo Martínez. Entre los tres, recibieron $ 2296.910.018 y concentraron el 22% del total de los recursos repartidos desde que asumió Cambiemos.
Esto surge de un análisis realizado por el equipo de LN Data, a partir de los informes publicados por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) que contemplan los reintegros realizados en 2016 y los correspondientes al primer trimestre de este año. Además, se cruzó esta información con la cantidad de titulares y familiares por obra social.
Cada vez se le destina más dinero a las obras sociales sindicales. Si se compara el primer trimestre de 2017 con el mismo período del año pasado, el incremento fue de 130%, y en lo que va del año ya se otorgaron $2336,1 millones.
Para algunas obras sociales, los incrementos fueron aún más pronunciados. Por caso, la obra social de trabajadores de Estaciones de Servicio, cuyo jefe es Carlos Acuña, uno de los triunviros de la CGT, incrementó un 1675% los fondos, en relación al mismo período de 2016. Y en el caso de los colectiveros, el aumento fue del 509 por ciento.
Si se asocia el dinero recibido con la población de las obras sociales, el lote de las 20 más favorecidas está compuesto, en su mayoría, por las prestadoras de los sindicatos más numerosos. Si el dinero total -acumulado en 2016 y lo que va de 2017- se hubiera distribuido equitativamente entre las obras sociales, cada una, en promedio, debería haber recibido $ 512 por afiliado.
Pese a que el reparto depende de las necesidades específicas de cada prestadora de salud, la distribución presenta disparidades acentuadas.
Hay algunos casos muy por encima de la media, entre ellos la obra social del gremio de estatales. Por cada afiliado de la UPCN, la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) erogó $ 1286, duplicando el promedio. En total, durante la gestión de Macri, la obra social que maneja Rodríguez recibió $ 847.712.306.
Algo similar ocurrió con los trabajadores de las empresas de electricidad, el personal de la industria de neumáticos y los empleados de dirección de sanidad. En los tres casos, por cada titular y familiar inscripto se otorgaron más de $ 2000. En contraste, la obra social del Personal Rural y Estibadores, gremio que conduce Gerónimo “Momo” Venegas, aliado del Gobierno, y que está cuarto en el ranking de los más beneficiados, recibió sólo $ 334 por afiliado.
Uno de los tres jefes de la central obrera puede jactarse especialmente de la cantidad de recursos recibidos. La obra social del personal de dirección de Sanidad -sindicato conducido por Héctor Daer, uno de los triunviros de la CGT- recibió un total de $ 215.915.560 desde que asumió Macri.
A la inversa, la federación gremial de la industria de la carne y sus derivados, no recibieron ningún monto este primer trimestre del año, cuando en 2016, en esta misma época le habían enviado $ 1.245.956.
Pocas manos
El dinero se repartió en pocas manos. El total reintegrado desde que asumió Macri es de $ 10.517,5 millones y las 20 obras sociales más beneficiadas recibieron el 57% de ese monto. Esto significa que menos de la cuarta parte del total de afiliados de todas las prestadoras de los sindicatos recibieron la mayor parte del dinero.
¿Qué es la SSS y quién la dirige? Es el organismo que administra el Fondo Solidario de Redistribución, cuya función es reintegrar a las obras sociales el dinero que destinan a tratamientos de alta complejidad o medicamentos costosos. Los recursos surgen de los aportes obligatorios que se les retiene mensualmente a los trabajadores.
La agilización en el reparto de los fondos fue parte de la estrategia del Gobierno que permitió sortear el primer año de gestión sin que la central obrera llamara a un paro general, en un contexto de caída del empleo e inflación en alza. Macri se diferenció del kirchnerismo, al poner fin al retaceo de los fondos y, además, liquidó la deuda acumulada en la gestión anterior.
Los reintegros por gastos de este tipo de tratamientos son, en promedio, un 30% del total de recursos que se reparten a las obras sociales. El porcentaje restante se distribuye automáticamente, de acuerdo a la cantidad de afiliados.
Macri ubicó al titular del organismo, Luis Scervino como una concesión hacia la CGT. Scervino es un hombre de la central obrera. Durante años fue director médico de la obra social de Obras Sanitarias, que conduce José Luis Lingeri, hombre fuerte de la CGT.