Ester Daye, representante de la Multisectorial de la Mujer y una de las voces reconocibles del Encuentro Nacional de Mujeres, le restó importancia a las múltiples pintadas en distintas zonas de la ciudad: “antes nos habían arruinado cuatro murales con pinturas fascistas, de eso sí nos estamos ocupando diferenció”. Además, sobre los incidentes en la Catedral de los cuáles siguen desligandose indicó que “habíamos arreglado con el Secretario del Obispo que la Catedral tenía que estar cerrada, si no lo hicieron es problema de ellos”.
A pesar de que los recordados incidentes se dieron en el contexto del Encuentro Nacional de Mujeres, desde la organización del evento insisten en cargar contra algunos sectores por las pintadas que se realizaron en gran parte de la ciudad y que, aún hoy, permanecen en las paredes.
Ester Daye dio sus testimonio como una de las organizadoras del encuentro y dijo que “vinieron 65.000 mujeres y fue un grupo minoritario el que manchó un poco las paredes. Había cosas más importantes como que durante el encuentro hubo dos femicidios en Mar del Plata que las paredes pintadas”.
Sólo le parecieron ofensivas las pintadas que según indicó, se realizaron sobre murales que ellos mismos habían hecho. “Habíamos pintado murales que fueron dañados por agrupaciones fachistas. Nos habían arruinado 4 murales antes del encuentro y los estamos reconstituyendo porque quedan lindos en la ciudad. De eso sí nos estamos ocupando”, diferenció. Incluso agregó que “hicimos la denuncia de la pintura en los murales porque son los grupos de Pampillón. La mayoría están sobre la calle Alberdi y hay otros en la entrada del estadio”.
La posición quedó muy clara, las pintadas sobre los murales si eran actos vandálicos y que merecían ser repudiados, pero todas las pintadas que se realizaron en distintos comercios incluso de la ciudad con frases completamente ofensivas, no tienen importancia. Extraño contraste. “Las pintadas que se hicieron no tienen relevancia. Las 65.000 mujeres vinimos a discutir la violencia de género, la trata de personas, cosas que no están resueltas”, insistió.
A pesar de haber identificado a Pampillón como el agresor, siguen sin decir públicamente quienes son las mujeres que provocaron los desmanes y que, según evidenció, es una práctica común: “no se quienes fueron esos grupos minoritarios. Si conozco que todos los años, en todos los encuentros nacionales siempre hay grupos de un lado y del otro que producen algún disturbio o pintan”.
Incluso, sin que nadie se lo preguntara, Ester Daye reconoció que sabían de hechos similares y que podía suceder en el contexto de la marcha. Pero le echó la culpa a la Iglesia: “adentro de la Catedral estaban los grupos que provocaron y hubo represión policial la cuál rechazamos. Habíamos arreglado con el Secretario del Obispo que la Catedral tenía que estar cerrada, si no lo hicieron es problema de ellos”.
Incluso habían sucedido distintos incidentes previamente en otros lugares, pero parece más normal para este colectivo de mujeres que se tenga que cerrar un lugar público como la Catedral, que los propios grupos que tiraron excremento, piedras, pintura y escupitajos a quienes formaron un cordón frente al edificio.
“En todos los lugares donde hay encuentros se cierra, en todas las provincias. Todos los años va un grupo a la Catedral a pedir por el derecho al aborto, la diferencia es que ahora hubo un grupo adentro que provocó. Uno no puede manejar un encuentro de 65.000 personas”… a confesión de parte, relevo de pruebas.