Este miércoles se ha publicado el informe ‘Perspectiva energética mundial’, la publicación insignia anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La concienciación medioambiental parece haber calado en la sociedad y en los gobiernos de la mayoría de países del mundo. La apuesta por la energía verdes que se hizo hace ya algunos años está empezando a dar sus frutos. Las energías renovables generarán más de la mitad de la electricidad mundial antes de 2030 y la demanda de los tres combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) alcanzará su máximo a finales de esta década, informa Servimedia.
Estas proyecciones aparecen en la última edición del informe ‘Perspectiva energética mundial’ (‘World Energy Outlook’), la publicación insignia anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El informe, difundido este miércoles, indica que los conflictos regionales y las tensiones geopolíticas exponen fragilidades en el sistema energético mundial actual, lo que refuerza la necesidad de políticas más sólidas y mayores inversiones para acelerar y ampliar la transición a tecnologías más limpias y seguras.
Las proyecciones del informe, basadas en las políticas actuales, indican que el mundo está listo para entrar en un nuevo contexto de mercado energético en los próximos años, marcado por continuos riesgos geopolíticos, pero también por una oferta abundante de múltiples combustibles y tecnologías.
Esto incluye un excedente de oferta de petróleo y gas natural licuado (GNL) que se vislumbrará durante la segunda mitad de la década de 2020, junto con un gran exceso de capacidad de fabricación para algunas tecnologías clave de energía limpia, en particular la energía solar fotovoltaica y las baterías.
“En la segunda mitad de esta década, la perspectiva de suministros más amplios o incluso excedentes de petróleo y gas natural, dependiendo de cómo evolucionen las tensiones geopolíticas, nos llevaría a un mundo energético muy diferente del que hemos experimentado en los últimos años durante la crisis energética mundial”, según Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
“ERA DE LA ELECTRICIDAD”
Birol añade que ello “implica una presión a la baja sobre los precios, lo que brinda cierto alivio a los consumidores que se han visto duramente afectados por los picos de precios”. “El respiro de las presiones de los precios de los combustibles puede brindar a los responsables de las políticas espacio para concentrarse en intensificar las inversiones en transiciones de energía limpia y eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles”, subraya.
Sobre la base de las políticas actuales, el informe indica que las renovables ingresan en el sistema energético a un ritmo sin precedentes, que el uso de electricidad ha crecido al doble del ritmo de la demanda energética general durante la última década, y que dos tercios del aumento mundial de la demanda de electricidad durante los últimos diez años provino de China.
“En anteriores Perspectivas de la energía mundial, la AIE dejó en claro que el futuro del sistema energético mundial es eléctrico y ahora es visible para todos”, indicó Birol, antes de sentenciar: “En la historia de la energía, hemos sido testigos de la Era del Carbón y la Era del Petróleo, y ahora estamos avanzando a toda velocidad hacia la Era de la Electricidad, que definirá el sistema energético mundial en el futuro y se basará cada vez más en fuentes de electricidad limpias”.
Birol recalcó: “Ya sea la inversión, la demanda de combustibles fósiles, el consumo de electricidad, el despliegue de energías renovables, el mercado de vehículos eléctricos o la fabricación de tecnología limpia, ahora nos encontramos en un mundo en el que casi todas las historias energéticas son esencialmente una historia de China. Solo un ejemplo: la expansión solar de China avanza a tal ritmo que, a principios de la década de 2030, en menos de 10 años, la generación de energía solar de China por sí sola podría superar la demanda total de electricidad de los Estados Unidos en la actualidad”.
EMISIONES DE CO2
Para que la energía limpia crezca al mismo ritmo que la demanda mundial de electricidad, la AIE aconseja invertir más más en nuevos sistemas energéticos, especialmente en redes eléctricas y almacenamiento de energía.
Hoy, por cada euro gastado en energía renovable, se destinan 60 céntimos en redes y almacenamiento, lo que pone de relieve que la infraestructura de apoyo esencial no sigue el ritmo de las transiciones hacia la energía limpia.
Pese al creciente impulso de las transiciones hacia la energía limpia, el mundo todavía está “muy lejos” de una trayectoria alineada con sus objetivos de cero emisiones netas, es decir, que las emisiones de CO2 que se expulsen a la atmósfera se compensen con las que absorben sumideros naturales como bosques y océanos.
Según las políticas actuales, las emisiones mundiales de CO2 alcanzarán su punto máximo de forma inminente, pero la ausencia de una disminución pronunciada después significa que el mundo está en camino de un aumento de 2,4 °C en las temperaturas medias globales para finales de siglo (en comparación con la era preindustrial), muy por encima del objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Por último, el informe destaca que la falta de acceso a la energía sigue siendo la inequidad más fundamental del sistema energético actual: 750 millones de personas (principalmente en el África subsahariana) no tienen acceso a la electricidad y más de 2.000 millones carecen de combustibles limpios para cocinar.