La Organización Meteorológica Mundial resalta que en 2022 el continente generó más electricidad con las tecnologías solar y eólica que con el gas natural.
Europa ha estado calentándose a un ritmo mayor que cualquier otro continente. En concreto, desde la década de los ochenta se ha calentado el doble que la media del planeta. El pasado año la temperatura media de Europa fue aproximadamente 2,3 grados Celsius por encima de la de la época preindustrial (se toma como referencia el periodo comprendido entre 1850 y 1900). En todo el planeta, el calentamiento estuvo en alrededor de 1,1 grados. Pero no solo se trata de un problema de temperaturas medias, también de extremos: Europa vivió en 2022 el verano más cálido jamás registrado desde que arrancan las mediciones fiables en el siglo XIX, a lo que se unió un año también con menos precipitaciones de lo normal. Estos son algunos de los datos que expone el informe el Estado del Clima en Europa en 2022, elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, de la UE. En ese repaso del rastro que dejó el pasado año la crisis climática en el continente hay un “rayo de esperanza” para el futuro: el avance de las energías renovables, que son las principales sustitutas de los combustibles fósiles.
El informe apunta a que en 2022 el 22,3% de la electricidad de la UE se generó con las tecnologías solar y eólica, un dato récord. Y, por primera vez, estas renovables superaron al gas natural (un combustible fósil), cuya cuota fue del 20%. La combinación de la solar y la eólica también superó al carbón, que generó el 16% de la electricidad de los Veintisiete. “Esto se debió a una combinación de factores, incluido un aumento significativo de la capacidad de energía solar instalada en 2022″, apunta el documento presentado este lunes. “Además, la radiación solar superficial anual registrada en Europa en 2022 fue la más alta desde 1983 (inicio del registro de datos satelitales), un 4,9% por encima del promedio para el período de referencia 1991-2020″, añade el informe, que aplaude estos datos aunque admite que “todavía hay un largo camino por recorrer” para que Europa logré sus objetivos, que pasan por prácticamente duplicar la cuota renovable para finales de esta década.
“Para reducir la dependencia de los combustibles fósiles es crucial aumentar el uso de energías renovables y fuentes de energía con bajas emisiones de carbono”, ha sostenido este lunes el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. “Los servicios climáticos desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la resistencia de los sistemas energéticos a las perturbaciones climáticas, planificar las operaciones y fundamentar las medidas para aumentar la eficiencia energética”, ha añadido.
La expansión de las renovables también hace que cobren fuerza las variables meteorológicas: “La radiación solar en superficie para la fotovoltaica, la velocidad del viento para la eólica y las precipitaciones y escorrentía para la hidroeléctrica”, resaltan las dos organizaciones responsables de este repaso climático a 2022 en Europa. “Durante el periodo de 30 años comprendido entre 1991 y 2020, la radiación solar en superficie ha aumentado, mientras que la velocidad del viento y las precipitaciones no muestran una tendencia significativa”, apunta el informe.
Esas variables meteorológicas también impactan en otras tecnologías, como la nuclear. “En todo el mundo, han aumentado durante las tres últimas décadas las interrupciones del funcionamiento de las centrales nucleares debidas a condiciones climáticas adversas”, señalan ambas organizaciones, que sin embargo añaden que esos cortes “siguen representando una parte muy pequeña del total de paradas en las centrales”. “El bajo caudal de los ríos y el aumento de las temperaturas y el calor extremo son los principales factores”, apuntan la OMM y Copernicus.
Temperaturas
En el informe se recuerda que 2022 fue el año más cálido registrado en varios países, “entre ellos Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, el Reino Unido y Suiza”. “La temperatura media anual de 2022 en Europa se situó entre la segunda y la cuarta más altas registradas, con una anomalía de unos 0,79 grados por encima de la media del periodo 1991-2020″. Respecto a las lluvias, “las precipitaciones fueron inferiores a la media en gran parte” de Europa. “Fue el cuarto año de sequía consecutivo en la península Ibérica, y el tercero en las regiones montañosas de los Alpes y los Pirineos”.
“El estrés térmico sin precedentes que sufrieron los europeos en 2022 fue uno de los principales causantes del exceso de muertes relacionadas con el clima en Europa”, ha señalado Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. “Nuestro conocimiento actual del sistema climático y de su evolución nos indica que este tipo de fenómenos forman parte de una pauta que hará que los casos extremos de estrés térmico sean más frecuentes y más intensos en toda la región”, advierte Buontempo. Según apunta el informe, las olas de calor causaron más de 16.000 muertes en Europa el pasado año.
Además, “las temperaturas medias de la superficie del mar en toda la zona del Atlántico Norte fueron las más cálidas jamás registradas y grandes porciones de los mares de la región se vieron afectadas por olas de calor marinas fuertes o incluso graves y extremas”, detalla el documento. “Las olas de calor marinas provocan la migración de especies y extinciones masivas, la llegada de especies invasoras y la alteración de los ecosistemas y la biodiversidad”, advierten la OMM y Copernicus.