El movimiento civil contra el líder de la Liga sigue creciendo y se plantea un futuro en política.
Sus armas son sardinas de cartón. Las únicas banderas que ondean son las europeas y las arcoíris, en defensa de los derechos LGTB. Ninguna consigna de partidos políticos. Cantan espontáneamente el Bella ciao , himno histórico de la resistencia antifascista italiana, pero también recitan el Mameli , el himno nacional que tantas veces parece que se ha apropiado la derecha. Algunos jóvenes aprovechan las pausas para estudiar sus exámenes finales. Los niños son quienes mejor se lo pasan. El ambiente en la plaza de San Juan de Letrán de Roma, una meca para la izquierda, era ayer una fiesta.
El movimiento de las sardinas , una pequeña revolución civil que arrancó hace sólo un mes en Bolonia contra el líder de la Liga, Matteo Salvini, sigue creciendo y ha conquistado Roma. Decenas de miles de personas (40.000, según la policía) demostraron este sábado que los jóvenes boloñeses que idearon estas manifestaciones siguen teniendo poder de convocatoria y llenaron la plaza de la capital italiana. “Estamos aquí para recordar a todo el mundo que Italia es un país que acoge a toda la gente que pide ayuda, estamos en contra del racismo que se difunde cada vez más después del Gobierno anterior”, decía Anita, una mujer romana de 49 años que ondeaba una sardina de cartón rojo. “Queremos que se termine este odio cultivado por personas específicas y demostrar que nosotros también llenamos las plazas”, pedían dos estudiantes veinteañeras con sombreros creados con sardinas de papel. “Esto es una fiesta, y en las fiestas deben venir todos”, explicaba Tonino, que contaba a su hija, disfrazada de sardina con sólo seis años, lo que es el fascismo.
Lo que empezó en Bolonia como una reunión improvisada para protestar contra un mitin de Salvini de cara a las elecciones regionales que se celebran este enero en Emilia-Romaña, el feudo por excelencia de la izquierda que la Liga tiene muchos números de conquistar, se ha ido extendiendo como una fiebre por toda Italia. Salvini cree que si su candidata consigue imponerse en Emilia-Romaña, el Partido Demócrata (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) no tendrán más remedio que dejar el mando del Gobierno en Roma y avanzar las elecciones. Cuatro amigos treintañeros decidieron entonces convocar una protesta en Bolonia a través de Facebook con una consigna clara, que viniera tanta gente como pudiera, “apretados como sardinas”, para demostrar a la ultraderecha que Italia no es sólo suya. Han superado todas las expectativas: en un mes han llevado el Bella ciao a más de un centenar de plazas, desde Florencia a Palermo, y en total han reunido a casi 500.000 personas.
“Nosotros somos la alternativa cool a las viejas formas de comunicar de la izquierda”, explicó su líder, Mattia Sartori, que dice que ahora su único objetivo es que los decepcionados con los políticos vuelvan a sentir suyas las plazas. “No sabéis cuánta gente mayor nos había dicho que nunca se habían manifestado hasta ahora”, aseguró a la prensa extranjera.Una vez demostrada la capacidad de movilización de esta resistencia a Salvini, la pregunta es ahora si toda esta energía se canalizará en un partido político. Según este economista de 32 años, no lo descartan a largo plazo.
Las sardinas han puesto en evidencia los problemas de la izquierda italiana, que no sería capaz de llenar la plaza de San Juan de Letrán. Mientras, y quizás aupado por las sardinas, que le conceden un nuevo papel de víctima, la Liga de Salvini sigue por encima del 30% de intención de voto en los sondeos. También se aprovecha de este movimiento Stefano Bonaccini, el candidato del PD en Emilia-Romaña, que gracias a él encabeza las encuestas.
Hoy Sartori y sus amigos se reunirán en Roma con los representantes de todas las plazas que se han ido apuntando al movimiento para establecer una guía de diez puntos y entender si quieren caminar hacia una aventura política. En San Juan de Letrán, la mayoría de los preguntados pedían que esto no se convierta en ningún partido, como ya ocurrió con el M5E. Los grillini nacieron en una protesta en Bolonia en el 2007. Ahora están en el Gobierno.