Se indica que en un 45% por ciento la sufren los hombres y que ha dejado de ser patrimonio de la mujer. Las causas pueden variar por estar mucho de pie, el sedentarismo y la obesidad.
Habitualmente se asocian las várices con la mujer, un error que es bastante difundido, aunque las estadísticas entre hombres y mujeres empiezan a parecerse. Las várices, que desde 2012 están incluidas entre las afecciones que deben cubrir las ART, están afectando fuertemente a ambos sexos.
El flebólogo e investigador Miguel Gramajo Booth, creador del método de flebología restaurativa, indicó que “las estadísticas nos hablan de una frecuencia de 55% para la mujer y 45% para el hombre, así que, como podemos apreciar, los sexos no están muy lejanos”. Y agregó: “el motivo por el cual en los problemas varicosos importantes no hay mucha diferencia entre los sexos es que estos dependen más del factor genético o hereditario, y tanto hombres como mujeres comparten esa carga genética.”
En este sentido, se destaca que las actividades laborales que obligan a estar mucho tiempo parado como la docencia, guardia o agente de fuerzas de seguridad o atención en ventas, se transforman en factores muy importantes que agravan el problema en hombres y mujeres de la misma manera. El sedentarismo, común en quienes realizan trabajo de escritorio u oficina, choferes, operarios de máquinaria, etc., junto con la obesidad, aumentan el riesgo.
“La mujer consulta y se trata mucho más frecuentemente que los hombres. Las várices tienen un efecto estético indeseable y es lógico que la mujer le dé mayor importancia. Pero en este tema se debe considerar que las várices de cierta dimensión constituyen un problema funcional casi siempre originado en fallas valvulares, y no sólo un problema estético,” recomienda el especialista.
El tema estético se torna fundamental a la hora de la consulta: “como a los hombres la estética en general les importa menos, suelen consultar cuando el problema ha alcanzado un desarrollo importante y produce signos de alarma. En general se trata de sensaciones molestas en las piernas como cansancio, pesadez, calambres, picazón e hinchazón, síntomas de que la circulación de retorno de las piernas está funcionando con dificultad. En casos más avanzados, sobrevienen el dolor, un oscurecimiento en el tercio inferior de la pierna y úlceras.”
Sergio Korzín, en su calidad de médico cirujano plástico especializado en esta dolencia y director de Lasermed, también afirmó que las várices son un problema muy importante en mujeres como en varones y agregó que estos últimos se acercan cada vez más a preguntar por tratamientos: “Una vez que se descartan patologías del sistema venoso, empezamos a atacar la cuestión estética”, informó.