En medio del escándalo por la detención del exsecretario de Obras Públicas, José Francisco López, y de la presión que se cierne ahora sobre el exministro de Planificación, Julio De Vido, trascendió la declaración de uno de los “arrepentidos” por el “Lava Jato” brasileño que apunta a uno de sus principales asesores en materia de obra pública: el exministro menemista Roberto Dromi.
Acogido al régimen de “delación premiada”, Néstor Cerveró, un exejecutivo de Petrobras, testimonió que el otrora poderoso exministro de Obras Públicas de los gobiernos de Carlos Menem reciclado en principal consultor durante el kirchnerismo recibió comisiones indebidas por la operación de venta de Transener a Enarsa y Electroingeniería. Señaló que actuó en nombre del Gobierno argentino para lograr esa operación y que De Vido estaba al tanto. Lo implicó, pero no dio detalles de si el actual diputado efectivamente cobró “propinas”. En el mismo sentido había declarado Fernando Antonio Falcao Soares, que apuntó que ellos recomendaron al Gobierno argentino trabar la venta de la compañía a una firma norteamericana.
“Preguntado si Roberto Dromi recibió comisiones, el declarante respondió que acredita que sí, dado que fue él quien trajo el negocio y ciertamente no trabajó gratis. Que Roberto Dromi actuó en nombre del Gobierno argentino”, sostuvo Soares en la declaración incorporada al caso. “Preguntado si sabía si algún funcionario argentino recibió ventajas indebidas, respondió que no. Preguntado si Julio De Vido recibió ventajas indebidas, respondió que no lo podía afirmar ni decir que lo había oído decir”, indica el documento. Pero Soares aseguró que “De Vido era una persona de mucha intimidad con Dromi y con los socios de Electroingeniería”, lo que “podía ser percibido por la relación entre ellos y el trato afectuoso”. En su declaración, Cerveró introdujo que cuando Petrobras compró Pérez Companc, también se quedó con Transener, la principal línea de transmisión del país, pero que el Gobierno argentino hizo presión por recomprarla por cuestiones de “seguridad nacional”. Agregó que le quedó claro que cuando De Vido sostuvo que su cartera se opondría a que esa venta fuera a un grupo norteamericano vinculado con Enron y que por eso estaba “todo arreglado”, él recibiría “propina” por esa venta. No dio detalles sobre esa conclusión. Pero dejó abierto el interrogante al decir que De Vido recibió “más que eso”, en alusión a los u$s 600 mil que se dividieron con Soares. Con ese dinero, él compró un departamento. Su testimonio, en acuerdo con la Procuración General de la República de Brasil, fue realizado el 20 de enero de 2016, pero recién ahora el juez Teori Zavascki, responsable del Superior Tribunal Federal, decidió incorporarlo al expediente.
Según sus dichos, la negociación tuvo varias instancias, y en las primeras reuniones no se habían acordado las “comisiones”, entendidas por los pagos indebidos. Tampoco, aseguraron, existió contacto previo entre Cerveró (por entonces vicepresidente del Consejo de Administración de Petrobras) y De Vido, pero alrededor de 2007 hubo un llamado en el que el ministro argentino le garantizó que el país no aprobaría la venta de Transener en detrimento de una empresa argentina.
Según ellos, Dromi dijo que “De Vido era consciente de las tratativas que estaban siendo llevadas adelante por Dromi junto a Petrobras para que el negocio fuese direccionado para Electroingeniería”. Tanto Cerveró como Soares plantearon que de migrar de comprador “las condiciones” deberían ser las mismas que las que tenía Enron, con quien el negocio estaba “parcialmente cerrado”, a la espera de la aprobación del Gobierno argentino en materia regulatoria. Esa aprobación no llegó por parte de Defensa de la Competencia. Cerveró y Soares se auto adjudicaron la idea -junto con Dromi- de que una traba regulatoria al ingreso de capitales extranjeros en Transener era la única vía para realizar el negocio con firmas locales. Así ocurrió.
Soares aseguró que se reunieron varias veces en Buenos Aires, y en una de ellas especialmente en el estudio de abogados de Roberto y Nicolás Dromi (su hijo, quien también formó parte de las negociaciones). También mencionó reuniones con los dueños de Electroingeniería para hablar de esas comisiones. Compartieron un almuerzo con Gerardo Ferreyra, Osvaldo Acosta y De Vido en el hotel Four Seasons. Allí, según la declaración, el ministro le habría agradecido a Cerveró su empeño en lograr “la solución al problema”. Ambos admitieron cobrar u$s 300 mil cada uno como “ventajas indebidas”. Cerveró hizo una declaración que roza a De Vido pero no lo termina de comprometer al no ofrecer certeza: sostuvo que imagina que el actual diputado “recibió mucho más” que ese monto. Los “arrepentidos” condenados por la Justicia de su país apuntaron a funcionarios políticos del PMDB brasileño, que a cambio de darle apoyo político a Cerveró participaban de los negocios que éste gestionaba en Petrobras, pero tampoco especificaron montos ni modalidad de los eventuales pagos.
Sí certificaron que Electroingeniería habría cursado pagos para Jorge Luz -el principal enlace con la política- en cuentas en el banco Pentagram, y que poseía cuentas en Lombard Odier y en Leu de Suiza. En Transener también participa Pampa Holding, entre cuyos accionistas, además de los hermanos Mindlin, está el millonario Joe Lewis, a través del holding Tavistock, y de larga amistad con el presidente Mauricio Macri. Dromi había quedado en la mira judicial por la intermediación en la compra de gas.