El empresario de la construcción que tiene un gran problema con el personal al que les debe dos quincenas, aguinaldos y horas extras, está desesperado por hacer efectivo “limpio” para poder sacarse de encima un problema que afecta no solo a Austral Construcciones y Kank y Costilla, sino a su relación con los Kirchner y particularmente, teme consecuencias personales, por el descontento de 1.800 obreros a los que no les ha pagado. Estamos en condiciones de adelantar cuál es la maniobra que Báez intenta hacer para pagar. Necesita ingresar al circuito legal, dinero que tiene el Euros y dólares.
En la mañana de ayer los obreros de la construcción que cortaban la ruta nacional Nº 3 en el acceso a Río Gallegos, levantaron el piquete, con una promesa de arreglo para el día lunes. Esto es lo que saben los trabajadores y lo que ha trascendido a la opinión pública. El punto es saber con qué dinero cuenta Báez, sabiendo que desde Nación no le enviarán los 150 millones de pesos que reclama, por certificaciones no ejecutadas, según el empresario K y que desde Planificación le dijeron que no se las van a pagar porque las obras no están terminadas.
OPI pudo saber a través de fuentes de la misma empresa, que Lázaro Báez, tiene pensada una estrategia para lograr pagar los sueldos del personal, pero que no tiene nada que ver con el recupero de las certificaciones, sino más bien con una maniobra ilegal que pretende realizar, para que “la sangre no llegue al río”. Esta se trata de blanquear fondos a través de la venta de alguna de sus empresa y para tal fin necesita involucrar en la maniobra a una Sociedad Anónima o a una SRL, que tienen facturación ilimitada.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso OPI, el empresario K habría tentado a una empresa constructora de Río Gallegos, pero debido a su situación de quebranto inminente, la misma no fue viable. En este momento, se señala, podrían estar mirando “fuera de Santa Cruz”, aunque no ha trascendido de qué empresa se trata.
“El problema no es de plata, plata sobra”, dijo nuestra fuente “lo que pasa es que Báez no puede blanquear ni un solo pesos más, porque está bajo el ojo de la AFIP, DGI, UIF y de cuanto organismo de control financiero e impositivo se te ocurra”, remarcó, indicando enseguida “ la plata la tiene en dólares y Euros, no en pesos argentinos y ahí viene el primer problema porque no puede hacer ingresar al circuito “blanco” 25 millones de pesos, que son aproximadamente unos 2 millones de dólares, entonces buscan una Sociedad Anónima que “compre” alguna de sus empresas de manera simulada. Báez les ofrece que aparezcan comprando la firma de su propiedad por unos 30 millones de pesos, él le daría 5 millones y se quedaría con los otros 25 millones (ya blanqueados a través de la operatoria), con los cual arreglaría las cuentas con los obreros y cerraría la empresa Austral Construcciones SA que está en proceso de liquidación”.
Hasta el momento, no se tiene conocimiento que alguien haya aceptado ser parte de este negocio ilegal, que pondría al “comprador” en serias dificultades, ya que en principio la sociedad adquirente de una empresa de Báez, debe tener un movimiento anual equivalente a la inversión que debe realizar y por otro lado, esos 5 millones de pesos que le quedan “de comisión” serían aportados en dólares o euros, otro problema más para integrarlos al circuito blanco del dinero legal.
Confiando que de aquí al día lunes, podrían tentar a algún empresario a realizar esta operación financiera riesgosa para quien se sienta atraído por esta comisión “fácil y beneficiosa”, Lázaro Báez logró parlamentar con los obreros para que se firme una tregua de aquí al día lunes, sin embargo, nuestras fuentes aseguran que, hasta el momento, han sido en vano los esfuerzos por conseguir un interesado.
“El problema, de hacerse una operación de este tipo, – dijo nuestra fuente – no la va a tener Báez, lo va a tener la sociedad que entre en el negocio, porque hoy el empresario K está bajo la lupa de AFIP y DGI y cualquiera que compre, venda o negocie con él, estará atado a una exhaustiva revisión de los términos de esa operación y puede llegar a quedar comprometido en una maniobra ilícita de gran magnitud”, resaltó.
La otra debilidad que muestra Lázaro Báez, en este momento, es la pérdida de los soportes de impunidad que sostenía el andamiaje kirchnerista y de alguna manera lo blindaron todo este tiempo. Esto hace correr los tiempos y nuestra fuente confidencial hizo una comparación extraña, aludiendo a que a Báez lo que menos le importa es la plata porque de hecho, “es lo que le sobra” y recreó aquella anécdota contada en su libro, por el hijo de Pablo Escobar, quien reseña una situación de peligro que pasó junto a su padre, el narcotraficante colombiano, con quien se había refugiado en un pequeño departamento repleto de dólares, desde el piso al techo, pero con un destacamento móvil de policía instalado a metros de la puerta de salida a la calle.
Esto, los obligó a permanecer allí por espacio de una semana, sin comida, solo con agua y mucho frío, a tal punto que quemaban dólares para calentarse. En el libro, el hijo del delincuente recuerda “Estábamos rodeados de millones y millones de dólares y nos moríamos de hambre”. Salvando las distancias en los hechos y las situaciones, lo que se trata de reflejar comparativamente con esta anécdota, es que, aún teniendo todo el dinero para resolver el problema de un plumazo, Lázaro Báez no puede poner a andar su dinero en el circuito legal y por lo tanto, no puede darle solución a algo que le insume salud y tranquilidad.