El empresario Enrique Blaksley estaba preso en Ezeiza desde 2018 por multimillonarias estafas a través de su firma “Hope Funds”.
Enrique Blaksley, ex jefe del grupo Hope Funds, acusado de ser el líder de la mayor estafa de la historia argentina contra ahorristas y pequeños inversores, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria luego de estar casi dos años encarcelado en el penal de Ezeiza.
Blaksley se encontraba detenido por multimillonarias estafas y estaba procesado con prisión preventiva por “lavado de activos” provenientes de ilícitos y se lo acusa de al menos 300 estafas a inversores a través de “Hope Funds”.Además de él, la causa tiene otros 16 acusados excarcelados, muchos de ellos familiares suyos que trabajaron en su empresa.
Así lo decidió el Tribunal Oral Federal N° 4, que se encarga de enjuiciarlo por los delitos de asociación ilícita, estafa, lavado de activos de origen delictivo e insolvencia fraudulenta,
Los damnificados son más de 300. Sin embargo, el número real sería mucho mayor. En 2017, más de mil acreedores se presentaron en el Juzgado Comercial N° 30 para frenar un acuerdo preventivo extrajudicial donde Blaksley intentó salvarse frente a 27 pedidos de quiebra.
La asociación ilícita, que operó entre 2007 y 2016, estaba constituida por 16 personas, las cuales desde su rol aportaron para que se produzca el desfalco, y también por alrededor de 60 sociedades comerciales, muchas de ellas constituidas en distintos países como Estados Unidos y Panamá.
Otro de los productos ofrecidos eran participaciones o construcciones futuras en emprendimientos urbanísticos como departamentos en Nordelta y el barrio privado Verazul de Pilar, que nunca se pudo construir.
Para lograr sus fines, Blaksley se mostraba como un hombre de negocios exitoso, accedió a encuentros con los papas Francisco y Benedicto XVI y organizó eventos deportivos como los partidos de tenis entre Roger Federer y Juan Martín del Potro y la visita del velocista Usain Bolt para correr contra el Metrobús.