El economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) habló en la 99.9 sobre la caída del PBI per cápita en nuestro país y adelantó que a fin de año “estará casi en los mismos valores que en 2007”.
El dato que brindó en la semana el economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Leopoldo Trinarolli a través de las redes sociales es realmente llamativo: el PBI per cápita será el mismo para Argentina que en 2007.
Así lo explicó el propio especialista en la materia a través de la 99.9: “cuando miramos la situación argentina en una comparativa regional sigue siendo un país con niveles de pobreza más bajo en la foto actual. Cuando uno mira la película más larga, es el país que peor le fue en los últimos 20 años. Al momento de encontrar explicaciones, en términos de Producto Bruto Interno per cápita; Argentina tendrá a finales de este año un nivel similar al que tenía en 2007. Durante 16 años el crecimiento fue cero”.
Esto que parece un dato más, tiene un inmediato derrame en todo el sistema y representa como el país ha perdido múltiples oportunidades: “esto es un estancamiento que impide mejorar el bienestar del país y cuando lo ponemos en la perspectiva regional, sacando Venezuela que le fue mal y no tiene estadísticas, es el país de la región que peor le ha ido. Hay algunos que en ese mismo período duplicaron el PBI per cápita”.
En ese mismo sentido, Tornarolli comentó que ha habido un exceso de subsidios y poca inversión, algo que hace que la balanza termine con este resultado: “la inversión como un mecanismo de crecimiento deberían estar en un cuarto del PBI anual. En el caso de la energía, Argentina tuvo políticas desastrosas, la cantidad que se gastó en subsidiar la energía supera cualquier otra partida. Era un problema evidente en el 2010”.
Si bien durante más de una década el problema está instalado y nadie parece interesado en solucionarlo, hay elementos para salir de ese pozo: “esperemos que de ahora en más deje de ser un problema, pero en Argentina no es seguro que pase. Cuando tenemos una oportunidad como esta, el que está a cargo lo ve como una oportunidad para vender energía barata. Debemos hacer una racionalización, un mejor uso y hacer campaña para que se tome conciencia en el uso hogareño de la importancia de cuidar la energía plena”.
En el gobierno de Mauricio Macri se buscó avanzar en ese sentido, pero faltó una pieza importante en el esquema que era la comunicación. Ahora, con el gobierno que venga desde diciembre, habrá que hacer hincapié en la importancia de tomar determinadas medidas: “hay una falta de información precisa para aplicar los recortes y la racionalización. Falta saber quien lo necesita realmente. No era claro a que efectores afectaría en el momento que se aplicó. Las tarifas sociales que se aplicaron para evitar el problema funcionaron bastante bien pero hubo hogares que tal vez necesitaban una transición más suave del subsidio total al reducido que no lo tuvieron”. Por último, agregó que “quien asuma desde el 10 de diciembre deberá tomar medidas antipáticas desde el punto de vista socio-económico pero tendrá que tener un buen esquema de comunicación porque serán medidas que deben extenderse durante un año o un año y medio”.