Ha sobrevivido a durísimas condiciones en una celda rodeado de suciedad y ratas.
Alexei Moskalev, el ruso que acabó en la cárcel por un dibujo contra la guerra hecho por su hija, fue liberado de prisión el martes después de cumplir una sentencia impuesta bajo las leyes de censura que imperan en Rusia desde que empezó la invasión a gran escala de Ucrania.
Los problemas de la familia comenzaron en 2022, después de que Masha, que entonces tenía 12 años, dibujara en abril una bandera ucraniana con las palabras “Gloria a Ucrania”, cohetes y una bandera rusa con la frase “¡No a la guerra!”. Moskalev dijo que la escuela avisó a la policía sobre el dibujo de su hija.
Entonces la policía descubrió los comentarios de Moskalev en las redes sociales criticando la invasión rusa a Ucrania.
En marzo de 2023, Moskalev fue sentenciado a un año y 10 meses de prisión por “desacreditar” reiteradamente al ejército ruso. No esperó a escuchar la sentencia: huyó del arresto domiciliario a la vecina Bielorrusia. Alexei Moscalev pasó a ser un fugitivo. Y su hija, una huérfana legal. Pronto fue detenido y extraditado a Rusia. El arresto fue planeado por el FSB y perpetrado por el KGB bielorruso, cuyos agentes irrumpieron en el apartamento de Minsk donde estaba escondido Moskalev. Todo para capturar a un padre al que ya le habían arrebatado a su hija.
El caso es una muestra del grave deterioro de los derechos humanos en Rusia desde la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, según ha apuntado un informe de la ONU. El grupo de derechos humanos Memorial reconoció a Moskalev como un preso político, diciendo que las autoridades rusas le persiguieron por sus opiniones y privaron a su hija María del derecho a vivir con su familia. La paranoia belicista en Rusia es tal que la niña fue visitada en la escuela por agentes armados del Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el FSB.
A María, que tenía 12 años tras el arresto de su padre, inicialmente la dejaron sola en casa y luego hospedada en un hogar de acogida antes de ser finalmente entregada a su madre, separada hace años.
El pasado martes Moskalev salió libre de una colonia penal en la ciudad de Novomoskovsk, en la región de Tula, a unos 170 kilómetros al sur de Moscú. Los vídeos de su liberación compartidos por los medios independientes RusNews y Sotavision lo muestran abrazando a su hija María. “Estoy contento, simplemente contento“, dijo Moskalev a los periodistas, todavía con su traje de presidiario. “Rusia no puede ser comprendida en su totalidad por aquellos que no han estado en sus cárceles”. Según ha denunciado, ha sobrevivido en la celda rodeado de suciedad y ratas.
El dibujo se hizo viral en Rusia, por su fuerza y también por su simplicidad. A la izquierda hay una bandera ucraniana con la inscripción “Gloria a Ucrania”, a la derecha, la bandera tricolor rusa y escrito: “¡No a la guerra!”. Mientras los misiles vuelan desde Rusia, una madre y su hijo se interponen en su camino, desafiantes.
Un país conmocionado
El proceso contra este padre residente en la pequeña ciudad de provincias rusa de Efremov conmovió el corazón de un país que muchas veces se muestra indiferente hacia la guerra.
Durante el juicio, varios activistas se atrevieron a protestar: “¡Devuélvanle a Masha a su padre!”, decía un cartel. Ella sólo pudo mandarle una carta: “Papá, eres mi héroe”. Una de las partidarias de Alexei, Natalya Filatova, dijo a la BBC que la historia de la familia Moskalev refleja la represión de la disidencia en Rusia. “Nuestra constitución proclama la libertad de expresión, la libertad de conciencia, la total libertad de los ciudadanos para expresar sus opiniones. Pero ahora nos lo prohíben”.
Aunque durante el caso suscitaron la compasión de autoridades locales y hasta del asesinado líder mercenario Evgeny Prigozhin, la historia de los Moskalev no es ni mucho menos única en Rusia. Entre los casos que destaca el informe está el de Artyom Kamardin, quien fue encarcelado durante siete años por leer un poema contra la guerra en público, un acto que las autoridades consideraron “una incitación al odio”.