El ébola ha matado ya a 672 personas en África Occidental. Los aduaneros británicos temen la llegada de algún viajero infectado. El miedo alimenta la expansión de la enfermedad.
La epidemia de ébola en África Occidental adquiere cada vez más gravedad. Mientras el presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, ha declarado una emergencia de salud pública en su país, el gobierno de Liberia ha ordenado cerrar todas las escuelas de su territorio hasta nueva orden y ha prohibido a todos los funcionarios públicos a asistir a su trabajo, con el objetivo de contener el virus.
El mandatario de Sierra Leona ha dicho que se impondrá una cuarentena en las zonas donde se han detectado los epicentros de contagio de la enfermedad, y ha ordenado a las fuerzas de seguridad que garanticen el cumplimiento de las medidas de protección sanitaria. Koroma ha confirmado que suspende el viaje que tenía previsto hacer a Estados Unidos para asistir la próxima semana a una cumbre para abordar esta crisis. El virus se ha cobrado hasta el momento las vidas de 672 personas en países de África Occidental, principalmente en Liberia, Guinea Conakri y Sierra Leona.
Por su parte, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, justificó el miércoles por la noche las urgentes medidas de cerrar las escuelas del país y decretar el descanso obligatorio a los funcionarios en la necesidad de frenar la extensión de esta fiebre hemorrágica, que se ha cobrado 129 vidas solo en su país. “Sin excepciones, todas las escuelas serán cerradas a la espera de nueva orden por parte del Ministerio de Educación”, declaró la mandataria. “Todo el personal no esencial, que será determinado por el Ministro o Jefe de Agencia correspondiente, iniciará un descanso obligatorio de 30 días”, añadió.
El Ejecutivo ha declarado este viernes 1 de agosto como día no laborable, que se utilizará para desinfectar todas las instalaciones públicas. Los pasos fronterizos que todavía permanecen abiertos en el país (los aeropuertos y algunos de los principales puntos de entrada) serán controlados por la Oficina de Inmigración, que vigilará el cumplimiento de las medidas sanitarias preventivas y pruebas para detectar el ébola. Todos los mercados de las zonas fronterizas serán cerrados “hasta nuevo aviso” y algunas comunidades podrían ser puestas en cuarentena, de modo que solo los trabajadores sanitarios podrían entrar y salir de esas zonas.
El Ministerio de Salud está estudiando la cremación de todas las víctimas del virus mortal, para evitar la manipulación de los muertos y la contaminación de las fuentes de agua. El Ejecutivo liberiano recomendó a los ciudadanos evitar los centros de ocio y espectáculos públicos y advirtió que el aumento de los precios de los productos sanitarios se considerará “un delito contra el pueblo de Liberia”. El cloro, el jabón, los desinfectantes y cubos deberán ser importados “libres de impuestos”, dijo la presidenta.
Un primer caso de ébola se registró en Nigeria el martes de la semana pasada, cuando un ciudadano liberiano murió en un hospital de la capital, Lagos. El gobierno cerró el centro sanitario donde fue ingresado y aisló al personal que estuvo en contacto con él antes de su fallecimiento, así como a los que viajaron con él desde Liberia. La mayor aerolínea de Nigeria, Arik Air, ha decidido suspender todos sus vuelos a Liberia y Sierra Leona como medida de prevención.
Mientras tanto, los sindicatos del personal aduanero británico han declarado que no se sienten adecuadamente preparados para hacer frente a un eventual viajero portador del virus al momento que llegue a Reino Unido. “El personal está muy preocupado. Ellos suelen ser el primer punto de contacto para las personas que salen de un avión y la duda es qué hacer si se encuentran con alguien una que no se ve bien en la frontera “, expresó el jueves el jueves en la BBC Radio 4 Lucy Moreton, secretaria general de la unión de trabajadores de los servicios de inmigración británicos.
La enfermedad, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90%. Esta es la primera vez que se identifica y se confirma una epidemia de ébola en África Occidental, pues hasta ahora siempre se habían producido en África Central, en países como República Democrática del Congo, Uganda, Sudán del Sur y Gabón.