A raíz de los últimos tiroteos que han tenido lugar en Estados Unidos se ha incrementado de forma exponencial, entre un 200% y un 300%, la venta de mochilas antibalas a escolares.
Los recientes tiroteos que han tenido lugar en Estados Unidos han motivado un aumento exponencial del número de ventas de mochilas antibalas. Esto se debe a un incremento de la cantidad de padres que temen por la seguridad de sus hijos en su regreso a las aulas por lo que, para minimizar los riesgos, buscan soluciones para que los más jóvenes vayan a clase y estén a salvo. Todo ello en un país en el que, según refleja el estudio ‘The Small Arms Survey’, realizado por el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de Ginebra, existen 120 armas por cada 100 habitantes.
Durante las semanas previas al inicio del curso escolar, algunas de las compañías fabricantes de este tipo de accesorios han visto como sus ventas crecían entre un 200% y un 300%, lo que supone un aumento del temor de las familias a los tiroteos, el cual se ve reflejado en la encuesta de Morning Consult encargada por NBC News, la cual señala que cerca de un 40% de los padres de Estados Unidos están “muy preocupados” ante el hecho de que se produjese un ataque en la escuela donde estudian sus hijos.
Las mochilas más demandadas están hechas con la tecnología Kevlar, una poliamida que también se encuentra, de forma habitual, en neumáticos, velas náuticas o en chalecos antibalas, entre otras aplicaciones. Su uso principal es el militar puesto que esta fibra sintética es capaz de frenar disparos de municiones de 9mm y 44mm Magnum, las cuales usan de forma habitual las pistolas y las escopetas. No obstante, estas mochilas no están diseñadas para frenar los disparos de fusil o de rifles de asalto.
¿Son efectivas las mochilas?
La empresa Guard Dog Security, una de las grandes beneficiadas por el aumento de este temor en Estados Unidos, no asegura en ningún momento que el uso de estas mochilas sea infalible. No obstante, la gran mayoría de estos accesorios cuenta con una placa a prueba de balas, la cual va cosida al material y, en general, pesa lo mismo que pesaría una mochila normal con una botella de refresco dentro.
La placa antibalas que portan en su interior estas mochilas es, en gran parte de los modelos, una armadura ligera que responde a un nivel de protección de IIIA, lo que supone una buena protección ante armas cortas. Las municiones de 9mm y 44mm Magnum son las más comunes de las que es capaz de proteger, sin embargo, esta seguridad se puede expandir a cualquier otra arma de mano, las cuales no causarían lesiones graves a alguien que reciba un disparo en el pecho.
Asimismo, las mismas compañías fabricantes también alertan en sus respectivos sitios web que lo más importante es intentar escapar y ponerse a salvo de cualquier peligro que pueda suceder, como un tiroteo, y que sus mochilas tan solo han de ser usadas como último recurso para lograr estar a salvo y no como elemento de defensa.
El rango de precios
Al igual que sucede con la mayoría de productos, el rango de precios de las mochilas depende del nivel de seguridad, acabados y calidad que se quiera pagar. Así, teniendo en cuenta estos factores, se puede encontrar este accesorio por la red y en las principales cadenas de distribución de Estados Unidos por un precio que varía desde los 120 dólares (unos 109 euros) hasta los 300 dólares (unos 272 euros al cambio).
No obstante, también es posible encontrar este tipo de mochilas a precios más bajos en algunas webs de comercio ‘online’ chinas, donde el coste ronda los 99 dólares, unos 90 euros con el cambio actual. Además, para sus usuarios, el aspecto de este accesorio es similar al de cualquier otra mochila, siendo los acabados lisos o los estampados, los más demandados.
Las mochilas más allá de la protección
Sin duda alguna, el principal motivo para comprar este tipo de mochilas es la protección que ofrecen ante los disparos, pero lo cierto es que aunque algunos de los modelos, los más caros, ofrecen el doble de protección, este no es el único extra que ofertan. Las premium llevan incorporada una batería portátil la cual podrá ser utlizada directamente desde un puerto USB incorporado en la mochila, así como también incorporan un enganche en los tirantes para agarrar los teléfonos y evitar que se caigan al suelo.
Además, las mochilas más avanzadas cuentan con un compartimento especial que protege todo aquello que haya en su interior de la tecnología RFID o lo que es lo mismo, la identificación por radiofrecuencia, por lo que todos aquellos receptores de NFC que intenten captar información de alguno de los elementos que estén dentro del bolsillo que cuenta con protección especial, harán sus intentos en vano.