El secretario general del partido izquierdista español Podemos, Pablo Iglesias, y la vocera parlamentaria del grupo, Irene Montero, anunciaron este sábado que dejarán sus cargos a disposición de la militancia, tras la polémica suscitada por la compra de una casa.
“¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de Podemos?”, será la pregunta planteada a las bases del partido izquierdista, que decidirán también la continuidad de ambos como diputados, reportó la agencia de noticias EFE.
Iglesias y Montero denunciaron hoy, en una conferencia de prensa, que se abrió un debate sobre su credibilidad que traspasó “todos los límites posibles de la intimidad”.
“Les toca a ellos decidir si somos dignos de seguir”, dijo Iglesias, quien añadió: “Si nos dicen que hemos de dimitir, dimitiremos”.
Iglesias, de 39 años, y Montero, de 30, son pareja y esperan gemelos para los próximos meses, por lo que decidieron comprar una vivienda en el municipio de Galapagar, a unos 40 kilómetros de Madrid, cuyo valor asciende los 700.000 dólares.
Para ello, solicitaron un préstamo de unos 630.000 dólares, por el que pagarán cerca de 1.900 doláres al mes entre los dos durante los próximos treinta años, precisaron.
La difusión de esta noticia, acompañada de fotos internas y externas de la vivienda, dio lugar a un gran debate, plagado de críticas, en los medios y en la calle sobre si esa decisión era coherente con sus planteamientos políticos.
En ese sentido, a Iglesias se le ha reprochado que hace unos años criticara con dureza al entonces ministro de Economía Luis de Guindos por comprar un altillo de 700.000 dólares.