El abogado que además se desempeña como profesor adjunto de la Cátedra de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales de FASTA, habló en la 99.9 sobre los distintos beneficios de la actividad pesquera para el país y además, de los problemas que afronta el sector en la actualidad.
La situación de la pesca suele ser un tema muy profundo y que se presta a diversas discusiones sobre la explotación del recurso o sobre la pesca por fuera de la Zona Económica Exclusiva, por ejemplo.
El abogado Lisandro Belarmini habló en la 99.9 desde su posición de profesor adjunto de la Cátedra de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales Universidad FASTA Mar del Plata pero también como representante de empresas pesqueras: “la pesquería argentina demuestra que, en términos racionales, no tiene un impacto ambiental muy importante. Tenemos pesquerías que admiten a lo largo del tiempo y en distintas zafras, como arte de pesca una red de determinadas características que no genera impactos importantes. Impacto siempre hay. Esto que se traduce en algunos informes internacionales de calentamiento global, también tenemos otros informes técnicos que desacreditan estas tesis”.
Pero también destacó que se trabaja para tener un control sobre ese impacto inevitable que la actividad tiene: “Argentina viene trabajando a través del Consejo Federal Pesquero en el uso de artes de pesca para menguar el impacto ambiental no sólo con la pesca objetivo sino con la incidencia que a veces tiene la captura de peces en el mar con determinadas artes de pesca. Un ejemplo de ello son las aves que van a comer el alimento capturado en la red y algunas sufren mortalidad”.
Mientras comenta que hay actividades concretas para mitigar ese impacto, también reconoce que hay otras posturas que van hacia el extremo opuesto: “hay posturas antagónicas y extremistas. Algunas consideran que el hombre no debe tener impacto en el ambiente y eso es algo completamente imposible”.
En la actualidad, el impacto que tiene la actividad pesquera en el empleo y hasta en la recaudación del Estado es innegable. Eso tiene que ser puesto también sobre la mesa al momento de analizar el impacto: “es muy valorada en todo el mundo. Hay tratadistas que dicen que Argentina tiene 150 años de historia y tan mal las cosas no se pueden haber hecho. Tenemos que saber que, al menos en nuestro país con un litoral marítimo mirado políticamente por todo el planeta, tenemos que poner en valoración lo bueno que tiene. Genera 46 mil empleos en forma directa y además tenemos informes que dicen que el 35% de la renta producida por la actividad pesquera la participa el Estado con distintos tributos”.
Sin embargo, también reconoció que hay un problema por fuera de la Zona Económica Exclusiva que se deben abordar de la mejor forma posible: “todo lo que llamamos vulgarmente milla 201 tiene que ser atendido por nuestro país y se está haciendo, creo que hay una falta de difusión. Intervienen distintos organismos, el primero es el Consejo Federal Pesquero que, para que se entienda, es el poder legislativo de la pesca. En ese sentido, se dictaron normativas tendientes a desalentar la pesca en ese lugar otorgando permisos de pesca de gran altura que son habilitaciones del estado para pescar con buques más allá de la milla 200”.
El problema, como siempre con algunas medidas, sucede en la práctica efectiva: “ahí se encuentran con una realidad inconmovible donde hay numerosos buques de terceras banderas y es muy difícil en términos efectivos pescar en ese lugar. Desde hace muchos años se vienen dictando normas en lo que se llama Pesca Ilegal no declarada y no reglamentada. Esa pesca estaría comprendida en esa clasificación. A través de distintos foros, Argentina está solicitando a países como España regular la zona. Tenemos un problema geopolítico que es la ocupación de Malvinas que complejiza todo”.
Esa pesca que se realiza de forma ilegal tiene un espacio de recarga y aprovisionamiento que también requiere de una intervención política: “en el caso Uruguay es necesario un avance para desalentar el uso de esos puertos para que no se aliente la competencia desleal”.