La artista plástica habló en la 99.9 sobre el trabajo que realizó en el Hospital Piñero que luego fue tapiado por tener un niño por nacer como dibujo central: “una cosa es acompañar a una mujer ante una situación que está contemplada en el Código Penal y otra es promover el aborto”, diferenció.
El mural de la artista plástica Liset Feider en el Hospital Piñero de Capital Federal, desató una polémica. Por la presión de parte del propio personal del nosocomio, tapiaron su obra que estaba centralizada en el niño por nacer fruto de un sesgo ideológico.
La propia artista habló a través de la 99.9 y contó que “doné 3 murales en maternidad que previamente fueron presentados ante la Dirección del Hospital y fueron aprobados. Uno de ellos está en el hall de entrada que es una mamá con un niño en brazos y luego en la fachada que es un lugar que me designó la propia dirección, de un lado la mujer embarazada y del otro lado el del niño por nacer que fue el que desató el problema”.
La explicación de porque se terminó tapiando su obra es incomprensible: “hubo un sector minoritario, que tiene mucha fuerza en el hospital, que cuando vio la imagen empezaron a pedir que lo taparan porque ejercía una violencia simbólica intimidatoria sobre la mujer respecto de su capacidad de decidir si continúa con un embarazo o no”. Para Feider “es querer tapar el sol con un dedo, tampoco podrían circular en ese ámbito embarazadas o mujeres con niños. Se podría sentir ofendidad por la mujer embarazada aquella que tiene problemas de fertilidad. En una guía de sugerencias, lo que se indica es que no se puede mostrar ninguna imagen del feto para no humanizar al niño por nacer”.
A pesar de que todo había sido hablado y presentado antes, los problemas se dieron cuando terminó su trabajo: “el boceto lo respeté íntegramente, no tomé por sorpresa a nadie y fueron viendo el avance de las obras. La subieron a la página de Facebook del Hospital que tuvieron que cerrar por los comentarios que recibieron y me encontré un par de días después con la pared tapiada”, relató sobre como se enteró de la censura sufrida.
En cuanto a los grupos que presentaron notas para que se efectivizara la censura: “ejercieron mucha presión desde afuera, pero desde adentro, circuló una carta con todos los firmantes censuradores donde están las unidades sanitarias periféricas al Hospital que practican ILE. Dentro del Hospital, la jefa de pediatría pidió que se lo tapara, al igual que la Jefa de Personal, personas que ejercen poder y terminaron imponiendo esta decisión”.
La ideología fue el factor determinante que para Liset Feider, se debe diferenciar: “una cosa es acompañar a una mujer ante una situación que está contemplada en el Código Penal y otra es promover el aborto como si fuera un derecho cuando claramente no es para todos los casos”