El presidente de IBI Consultores y miembro senior del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia, Douglas Farah, realizó un informe especial sobre “La Cámpora”, un fenómeno que definió como “interesante y peligroso”. Además, habló de la situación del país: “Argentina era un país que iba adelante en su economía y tenía cosas positivas, pero de repente empieza a derrumbar todo”.
La política argentina atrae analistas de todos los puntos del planeta. El presidente de IBI Consultores y miembro senior del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia, Douglas Farah, es un constante analista de las políticas en Sudamérica y cuando empezó a investigar sobre Argentina se encontró con un fenómeno al cuál dedicó un trabajo especial: “La Cámpora”.
En declaraciones a la 99.9, Farah explicó que “desde afuera, lo que pasa en Argentina parece irracional. Era un país que iba adelante en su economía y tenía cosas positivas, pero de repente empieza a derrumbar todo. Trabajo mucho los temas en los países bolivarianos y me llamó la atención el acercamiento de la presidenta con Chávez. Ahí me topé con el fenómeno de La Cámpora que fuera del país es muy poco conocida”.
Después de indagar profundamente en la organización de este movimiento cercano a la presidenta, el investigador que estudió en Bolivia y luego comenzó a trabajar en los Estados Unidos, la definió como “un movimiento político destinado a ser leal a la presidenta, que llega al poder y se van apoderando de los diferentes ministerios donde hay recursos. Buscan perpetuarse en el poder y tienen cierta característica de mesianismo: tienen la idea de que sólo ellos pueden salvar al país, hacer una cosa histórica y ser una generación transformacional. Me parece interesante y peligroso”, destacó.
Lo característico de los países que están dentro de la ideología bolivariana que encabezaba Hugo Chávez, también fueron encontrados por Farah en nuestro país: “escribí mucho sobre Argentina en los últimos meses. Lo que hay en común en la red bolivariana es que primero está el auge de la corrupción y la criminalización de los estados. Empieza como una idea de comenzar una revolución para el socialismo, pero rápidamente se topan con los fracasos económicos que son inevitables en esos modelos. No llega la corrupción tradicional sino a nivel alto en los Estados”. Luego abundó: “segundo está el fenómeno de auge del crecimiento del crimen transnacional que entra por esas puertas que abre un Estado debilitado. Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen mucha presencia de las FARC y Argentina va en ese camino. Además, se ve un acercamiento rápido hacia Irán, parece que fuera un costo que uno tiene que pagar para ingresar al chavismo. Esto causo una sorpresa enorme en Argentina y en todo el mundo”.
También está relacionado directamente con el tráfico de drogas, un flagelo que en nuestro país sigue creciendo, casi sin fronteras: “el auge del tráfico de drogas es un fenómeno que causa, además de los problemas sociales del consumo, un sector de crimen organizado que lleva a corromper y meterse en la justicia y el sistema policial. Esto trae muchas consecuencias muy graves para la sociedad en la corrupción del sistema”, anticipó.
Los datos que se recogen no ayudan a una posible recuperación del país en este sentido. Douglas Farah habló de un punto realmente llamativo: “Naciones Unidas define a Argentina como el primer consumidor per cápita de cocaína en el mundo, algo que es escalofriante y Brasil está segundo. Esto ha traído consecuencias dramáticas. Argentina corre un peligro real de entrar en esa dinámica de violencia que sería muy difícil de parar”.
Los motivos por los cuáles la droga sigue su constante expansión tiene que ver con una relajación evidente en la lucha contra el tráfico de estupefacientes: “hay un cansancio en la guerra contra el narcotráfico. Estamos haciendo las mismas cosas que hace 40 años, eso habla de un fracaso rotundo y de un cansancio, no hay una visión renovadora”, destacó.
Por último, el asesor de Seguridad Nacional y analista, destacó el cambio en la relación entre Estados Unidos y el resto de América: “está prestando más atención a América Latina de lo que ha hecho la década pasada. Lo que está haciendo es despertar de una siesta muy larga y se están dando cuenta que todos se vienen a América Latina”, finalizó.