El argentino Alan Cymberknoh inventó el Spare One, el único teléfono celular capaz de funcionar con una pila alcalina común y de brindar servicio durante 15 días en su máxima utilización. Desde Estados Unidos, donde vive, el inventor dialogó con la 99.9 y advirtió que “es un producto global, fue diseñado para todos”.
La tecnología evoluciona constantemente, por lo general, con mecanismos sumamente complejos que resuelven grandes inconvenientes. Pero también hay otros inventos muy sencillos que tienen la misma efectividad.
Es el caso del Spare One, un teléfono que funciona con una pila alcalina común y puede durar hasta 15 días usándolo intensivamente. Su creador es el argentino Alan Cymberknoh, quien desde hace muchos años está trabajando fuera del país. Esta mañana en la 99.9, el científico explicó: “trabajo en telefonía móvil desde que soy estudiante. Me he dedicado al desarrollo de teléfonos celulares y trabajé en compañías multinacionales en diseño y planificación de nuevos productos”. Luego abundó: “siempre estuve interesado en la energía, las baterías y las pilas. El Spare One es el único que funciona con una pila normal, una pila alcalina que podemos sacar del control remoto. No es el único que he diseñado con pilas. Hay un par de teléfonos en Asia e India que también usan pila, pero la diferencia es que Spare One sólo necesita una y no tiene otra fuente. Lo que tiene de único, es su simplicidad”, resaltó.
Si bien las utilidades de este teléfono son múltiples, es un aparato ideal para las emergencias. “Todos sufrimos en algún momento por no tener un celular o no tenerlo cargado. A veces, por una emergencia grave o una situación menos grave. Es ahí donde este teléfono juega. Esta pila no se descarga si no se usa por muchos años, se puede guardar en la guantera de un auto, en una valija o un cajón; uno sabe que si un día lo necesita, ahí estará”, puntualizó Cymberknoh.
A pesar de que su inventor está radicado en Estados Unidos, donde actualmente tiene su oficina, el origen de este teléfono no estuvo allí: “he vivido en Hong Kong, acabo de llegar permanentemente a USA, pero estuve trabajando en China, que es la raíz del crecimiento. Todo fue desarrollado allí, por mí y por mi equipo. El mercado número uno, por temas de seguridad, es Estados Unidos. Es un producto global, fue diseñado para todos. Es económico, no es complicado y es genérico”.
Más allá de la posibilidad de comunicarse en cualquier momento y lugar, el novedoso celular tiene otras utilidades de gran interés, como la geolocalización: “tenemos dos aplicaciones importantes. La primera es para el consumidor, que puede bajarse un App gratuito, instalarlo en su smartphone o iphone y desde allí localizar un Spare One; lo hacemos mediante la red de celulares, no usamos satélites ni GPS. Es un sistema muy sencillo y potente. Podemos utilizarlo mediante Google Maps y geolocalizarlo”. Cymbernoh resaltó también que: “la otra aplicación es más de seguridad o corporativa, ya que tenemos una interfaz web donde se puede añadir cierta cantidad de usuarios de Spare One. Una empresa de seguridad puede darle un teléfono a cada guardia y, desde un control central, ver dónde está cada uno. Esto es interesante para negocios pequeños como los delivery”.
Realmente, es un invento increíble. Y un argentino está relacionado directamente a él. Para conocer un poco más sobre Cymberknoh, él mismo comentó: “soy de Buenos Aires, del barrio de Belgrano. Me fui luego de la crisis del 2001 y aterricé en Francia, donde viví varios años. Me formé ahí en Ingeniería y trabajé en el área de celulares. Mi trabajo me llevó a Asia muchas veces”. A pesar de que vivió en el país que es considerado la “meca de la tecnología”, el inventor explicó: “Hong Kong es una ciudad rara, porque es China, pero por 150 años fue una colonia británica. Es la Nueva York de Asia, por el crecimiento que ha tenido. China, como país, es la potencia que se viene. Pero le falta mucho, recién está arrancando. Es muy grande territorialmente, hay muchas etnias y muchas provincias que son muy diferentes entre sí. Faltarán 30 o 40 años para que sea un país completamente desarrollado”.