La organización terrorista vasca emitió un comunicado en el que reconoce “el daño causado” y su responsabilidad en un “sufrimiento desmedido”.
La organización terrorista vasca ETA, que desde 1959 causó más de 800 muertos en España, podría disolverse en los primeros días de mayo, emitió hoy un sorprendente comunicado en el piden perdón por el daño que causaron sus actos de terrorismo: “Lo sentimos de veras”.
“En estas décadas se ha padecido mucho” en el País Vasco, dice la banda separatista, que reconoce haber tenido “responsabilidad directa” en ese sufrimiento. “Nada de todo ello debió producirse jamás”, afirma.
“Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución”, indica el comunicado enviado al diario Barria. “Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras”.
La organización reconoce que, a lo largo de décadas de ataques, provocaron “víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella” y a “ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna”.
“También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón”, agrega. “Estas palabras no solucionarán lo sucedido, ni mitigarán tanto dolor. Lo decimos con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna”.
La organización separatista vasca ETA anunciará su disolución durante el primer fin de semana de mayo en el País Vasco francés, mediante una declaración “muy clara”. “La declaración de que ETA ya no está más va a ser muy clara. Las palabras no se las puedo mencionar. Pero no va a quedarle ninguna duda a nadie”, anunció el mediador internacional, Alberto Spectorovsky.
Creada en 1959 durante la dictadura de Francisco Franco, ETA tiene un historial de atentados con bomba y asesinatos que dejó 829 muertos, además de secuestros y extorsiones, en nombre de su lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra.
La organización renunció a la lucha armada en 2011 y en abril del 2017 entregó sus armas, proporcionando a la justicia francesa una lista de sus depósitos. Actualmente, gobierno español, que insiste en exigir la disolución de ETA, garantizó que la organización no obtendrá “nada” a cambio.
Tras su disolución, “esperamos que toda la situación de las condiciones de los presos (de ETA)” sea discutida, expresó Spectorovsky. “Lo que se pretende es, por lo menos, el acercamiento de los presos” a sus familias. Eso depende del Estado español. Francia ya lo está haciendo (…) El Estado español todavía tiene algunos problemas con el asunto”, estimó.
“ETA no ha conseguido ninguno de sus grandes objetivos por los que mataron y sembraron el terror en España. ETA no consiguió nada por dejar de matar y nada va a conseguir por su declaración de desaparición”, afirmó Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior. “El Gobierno siempre estará al lado de las victimas del terrorismo y sobre todo, también, para luchar para el esclarecimiento de todos los casos que aún quedan por resolver”, agregó.
La sociedad vasca está en general más tranquila desde el desarme de la organización, ocurrido hace un año. Pero la región, de 2,2 millones de habitantes, vive en estos momentos “cada 10 días” la salida de prisión de exmiembros de ETA, entre los que cada vez más purgaron sus penas, explica Agus Hernán, dirigente de la asociación Foro Social, vinculada a los allegados de los presos.
De cara al futuro, ETA cita en su comunicado la “reconciliación” como “una de las tareas a llevar a cabo” y que “en su medida se está produciendo con honestidad entre la ciudadanía”. “Es un ejercicio necesario para conocer la verdad de modo constructivo, cerrar heridas y construir garantías para que ese sufrimiento no vuelva a suceder. Dando una solución democrática al conflicto político se podrá construir la paz y lograr la libertad”, concluye el comunicado.