Un grupo de científicos descifró cuál fue la última comida de un cazador de hace 5.300 años cuyo cuerpo congelado fue hallado en los Alpes.
El contenido del estómago del cazador, llamado Oetzi “el Hombre del Hielo”, permite un vistazo a lo que comían los antiguos europeos hace cinco milenios, dijeron los investigadores.
El menú, descrito en la revista especializada Current Biology, incluyó carne y grasa de cabra salvaje, carne de ciervo rojo y semillas de trigo integral, que Oetzi comió poco antes de su muerte.
También se descubrieron rastros de helechos y esporas. Los científicos creen que tragó la planta de manera no intencional o tal vez como remedio para los parásitos hallados en su intestino.
Aunque los investigadores habían examinado los intestinos de Oetzi, recién ahora pudieron estudiar su estómago.
La razón es que después de la muerte del hombre, el órgano se desplazó hacia arriba. Fue apenas en 2009, 18 años después del hallazgo de los restos cerca de la frontera entre Italia y Austria, que un radiólogo lo detectó detrás de la jaula torácica. Después de descongelar lentamente el cuerpo, el equipo tomó muestras y las rehidrató.
Casi la mitad del contenido estomacal era grasa de íbex, una cabra silvestre alpina. Es mucha grasa, pero los científicos piensan que el hallazgo es lógico. “Era un ambiente difícil”, dijo el microbiólogo Frank Maixner, autor principal del estudio. “Debían estar preparados. Debían comer alimentos que les dieran la energía necesaria para sobrevivir”.