El fiscal Fernando Berlingeri habló esta mañana en la 99.9 sobre la banda de gitanos que detuvieron durante el fin de semana acusados de realizar “secuestros virtuales”. Señaló que “la pena que se prevé es de un mínimo de 5 años, después dependerá de cuantos hechos le podemos acreditar a este grupo”.
El fin de semana fue desbaratada una banda de gitanos que se dedicaban en la ciudad a los “secuestros virtuales”, lo cuál representa un paso importante en la lucha contra esta modalidad de estafa que había tenido muchos casos incluso relatados en N&P.
Esta mañana, el fiscal interviniente en la causa Fernando Berlingeri, habló en la 99.9 para incrementar los datos de la investigación: “se trabajó desde la DDI con bastante intensidad porque se repetían los llamados y fue importante encontrar un patrón para terminar en este allanamiento”.
Si bien esta banda tenía en su haber una importante cantidad de casos, no son los únicos que operan esta temática: “hay más grupos, en la investigación que habíamos iniciado pensamos que era una sola maniobra, pero después desciframos que había otra maniobra con diferencias mínimas que nos llevan a otro grupo que está siendo investigado”, agregó.
En cuanto a las cifras, Berlingeri aclaró que “los casos de llamadas telefónicas fueron cientos. Que hayan logrado el objetivo, estamos hablando de 20 o 30 casos. Ahora deberemos verificar cuántos de ellos son aplicables a estos grupos”. Además, agregó sobre el botín que encontraron al momento del allanamiento que “había dinero y algunas alhajas que la gente había entregado como forma de pago. Encontramos documentación de venta de alhajas, ya en relación al dinero es más difícil justificarla. Las ventas que registramos son en Buenos Aires”.
El trabajo todavía no terminó porque hay otros lugares donde se podrían estar pergeñando estas estafas: “teníamos varios domicilios observados, pero en este era donde terminaban casi todas las investigaciones que estábamos terminando”, puntualizó.
En cuanto a la forma de actuar de la banda de gitanos, señaló que “se llamaba al azar, pero siempre sabiendo la ubicación de la casa a la que se llama. Incluso trataban de sacar información mientras iban hablando, en muchos casos los llamados fracasaban porque los datos que les da el interlocutor eran erróneos. Se trataba generalmente de gente mayor, aprovechando para llamarlos después de las 12 de la noche para que tengan más confusión”.
Por ahora, sólo se pudo avanzar un poco luego de la detención de los imputados, pero de a poco se irán conociendo detalles. “La pena que se prevé es de un mínimo de 5 años, después dependerá de cuantos hechos le podemos acreditar a este grupo. A cada uno debemos otorgarle el rol que le corresponda”, concluyó.