La directora de la Escuela N° 34 relató en la 99.9 los sucesivos robos que tuvieron durante la pandemia. Los autores del último están identificados, pero la policía respondió que no podían hacer nada.
Los robos en los establecimientos educativos dentro del partido de General Pueyrredón son una constante. La pandemia colaboró a que la situación se torne, por momentos, insostenible para los equipos educativos y directivos.
En la Escuela N° 34 ubicada en el sur de nuestra ciudad, han tenido de todo en estos últimos meses. La directora, Lorena Airoldi, habló a través de la 99.9 y ubicó en el mapa el lugar donde trabaja: “está tomando el camino viejo a Miramar, unos 4 kilómetros pasando el Cementerio Parque y unos 700 metros hacia el lado del mar. Es un entorno bien rural”.
Desde que comenzó la pandemia sufrieron distintos robos: “todo el contexto de aislamiento hace que no tengamos una frecuencia diaria con la escuela. En junio nos robaron todo el cableado desde arriba y los caños de luz, en julio nos encontramos que nos habían robado la bomba de agua y ayer apenas ingresó la vicedirectora de la primaria me mandó un mensaje diciendo que destrozaron la escuela”.
No es la primera vez que lo relatan en la 99.9, pero no deja de sorprender la respuesta de la policía: “sacaron una reja del patio trasero, en una escuela sin cámara y sin alarmas. Los que ingresaron son vecinos, uno es de Santa Rosa y el otro es de la zona, la policía me completó el nombre cuando les dije ayer. Me dijeron que si no tenía una declaración no podían hacer nada”, comentó.
El Consejo Escolar tampoco brinda respuestas a los sucesivos pedidos de seguridad para la zona: “hace 5 años que estoy reclamando la alarma de la escuela. Tenemos que hacer un papel que siempre te piden, una planilla donde pones lo que necesitás. Esa planilla tiene un número de expediente y le da entrada en el Consejo Escolar donde empieza el circo de la burocracia. Hace 5 años que nos dicen que la escuela es prioridad, pero no me cierran las palabras con los hechos”.
Incluso desde el punto de vista lógico, Lorena planteó la contradicción que significa: “no hay presupuesto para la alarma y le pagan al herrero que tiene que arreglar la reja y los arreglos para el edificio. Es más barata una alarma”.