Un informe realizado por Amnistía Internacional indica que entre el viernes 28 de junio y el miércoles 3 de julio, se reportaron 180 casos de abusos sexuales.
“Calculamos que ahora son más de 200, sin incluir los muchos casos que no son reportados”, le explicó a BBC Mundo Diana Eltahawy, investigadora de Amnistía Internacional en El Cairo.
El problema del abuso sexual en Egipto no es nuevo. “Lo que ha cambiado es el nivel de violencia”, agregó Eltahawy.
Hanan Razek, periodista de la BBC y autora del documental “Mujeres en la plaza de Tahrir”, asegura que las violaciones y abusos sexuales en las protestas son relativamente nuevos y que no se observaron en la primera revolución iniciada en 2010.
Razek recuerda que la primera vez que vio el círculo para proteger a las mujeres fue en noviembre de 2011, “luego de los primeros casos de acoso sexual masivo en las protestas”.
Por su parte, el corresponsal de la BBC en Egipto, Aleem Maqbool, señala que en Internet hay videos donde se ve cómo un grupo de hombres rodean a las mujeres durante las manifestaciones y se las llevan en medio de la multitud, mientras son manoseadas y asaltadas.
“Nunca me imaginé lo que me harían en solo unos minutos. Hicieron un círculo estrecho alrededor mío. Comenzaron a tocar cada parte de mi cuerpo, a violar cada parte de mi cuerpo. Yo estaba tan traumatizaba que lo único que hacía era gritar. No podía hablar ni pedir ayuda, sólo gritar”, cuenta Hania Moheeb, víctima de un asalto sexual, en un video testimonial realizado por Human Rights Watch. “Se aprovecharon de que yo estaba en el suelo, me tomaron, me dieron vuelta, pusieron mis piernas hacia arriba y me violaron como quisieron”, relata en el mismo Yasmine El-Baramawy, otra de las víctimas.
Para la analista de Amnistía Internacional, en medio del caos es difícil distinguir quiénes ayudan a las víctimas quiénes las atacan. “Todo el mundo me estaba agarrando, fingiendo querer sacarme de la multitud pero estaban asaltándome”, le contó Shorouk Al Attar a la BBC, también víctima de un abuso sexual en las cercanías de la plaza Tahrir durante una protesta el año pasado.
El corresponsal de la BBC en El Cairo comenta que hace pocos años las mujeres egipcias pasaron a ser objeto de acoso sexual, especialmente cuando hay aglomeraciones de gente.
“Ahora parece que las protestas masivas en la Plaza Tahrir, el corazón de la revolución egipcia, se han convertido en una gran fuente de atracción para algunos jóvenes y niños egipcios que quieren ir a mirar con lascivia, acosar o incluso asaltar sexualmente a las mujeres”, informa Maqbool.
La BBC entrevistó a algunos jovenes que estaban en los alrededores de la plazas, que reconocieron que iban alli a mirar a las mujeres. Pero no solo las manifestantes fueron ultrajadas. Una periodista holandesa de 22 años fue atacada y violada por un grupo de hombres mientras trataba de cubrir las primeras protestas. La mujer fue hospitalizada y debió someterse a cirugía antes de regresar a Holanda.
Muchos sectores de la sociedad egipcia creen que, más allá del problema social que existe en Egipto con respecto al abuso sexual de las mujeres, algunos abusos y violaciones ocurridos en la plaza Tahrir fueron realizados para sembrar terror. Shorouk, quien fue atacada durante una manifestación contra el entonces presidente Mohammed Morsi y su partido de los Hermanos Musulmanes, dijo:“creo que es algo organizado. No es fortuito, como la mayoría de la gente piensa”.
Según Macbool, la idea de que los Hermanos Musulmanes han promovido los asaltos para disuadir a las mujeres de que no participen en las protestas está bastante impuesta entre algunos activistas y grupos de apoyo a la mujer. Pero no hay evidencia de ello y la acusación ha sido negada por el partido islamista.
Essam El Erian, vicepresidente del partido, le dijo a la BBC que los grupos opositores eran los que tenían la culpa del caos: “la Plaza Tahrir ha sido capturada por los revolucionarios. Ellos son los responsables de cualquier caso de asalto sexual allí”.
Ante la falta de seguridad surgieron grupos de guardias voluntarias, como los hombres vestidos con chalecos amarillo fluorescente que vigilan el corredor que rodea a las manifestantes. Uno de esos grupos, llamado Operación Contra Asaltos Sexuales, fue protagonista tanto en la denuncia de los casos de agresión como en la protección de las manifestantes y el apoyo a las víctimas. Dicha organización también difunde en su página de Facebook cuáles son las zonas peligrosas y lugares de posibles ataques. “Las manifestantes y las periodistas deben evitar el área de las calles Hardee y Mohamed Mahmoud. Ha habido asaltos sexuales allí. Es un área insegura”, publicaron el pasado miércoles, el mismo día del golpe de Estado.
Las protestas en Egipto continùan día tras día y muchas mujeres buscan zonas seguras donde poder manifestarse o celebrar con más tranquilas. Según Macbool “está claro que el tema de los abusos sexuales no se está tomando con la gravedad que le corresponde, ni por los políticos, ni por los funcionarios de seguridad ni por la sociedad egipcia en general”.