Un trabajo que recopila 343 investigaciones concluye que estos productos tienen más antioxidantes y menos contaminantes.
Existe un tipo de agricultura que pretende volver a las prácticas agrícolas que no empleaban productos químicos sintéticos para abonar el suelo o combatir las plagas. Se trata de la agricultura ecológica u orgánica, una práctica que no recurre a los abonos químicos, pesticidas u organismos modificados genéticamente (OGMs). Como resultado, y a costa de unos costos de producción generalmente más elevados, pretenden obtener productos más sanos y más “ricos”. Al menos, en teoría.
Sea como sea, partidarios y detractores de esta práctica tendrán que leer el que es hasta ahora el mayor estudio sobre los supuestos beneficios de la agricultura ecológica. Después de analizar 343 estudios hechos anteriormente, los investigadores han concluido que los productos orgánicos tienen más antioxidantes (se cree que retrasan el crecimiento celular), menos pesticidas (algunos pueden ser tóxicos para el ser humano) y menos cadmio, (un metal que también puede ser nocivo).
“Este estudio cuenta una poderosa historia en favor de que los cultivos orgánicos son nutricionalmente superiores y beneficiosos para la salud”, en opinión de Charles Benbrook, de la Universidad del Estado de Washington, que ha participado en la investigación publicada en British Journal of Nutrition.
¿Beneficios para la salud?
Según estos investigadores, no usar abono ni pesticidas en los cultivos orgánicos, hace que éstos acumulen entre un 18 y un 69% más de compuestos antioxidantes, que pueden tener un papel beneficioso frente a enfermedades cardíacas, cáncer y otras patologías. Como resultado, el consumidor que escoja este tipo de cultivo obtendrá una ración extra de antixodiantes sin aumentar la ingesta de calorías.
Además, los cultivos orgánicos tienen entre 10 y 100 veces menos residuos de pesticidas, algunos de los cuales pueden acumularse en el organismo del consumidor (bioacumulación) y ser perjudiciales.
Por último, los cultivos orgánicos recogidos en esta investigación tienen la mitad de cadmio que los cultivos convencionales. Se trata de un metal que puede provocar problemas de salud y que aparece como contaminante en algunos suelos.
Espíritu crítico
Sin embargo, los supuestos beneficios de la agricultura orgánica fueron puestos en duda por un estudio presentado en 2012 y realizado por investigadores de la Universidad de Standford. Después de analizar los resultados de 240 estudios, concluía que no se habían encontrado diferencias entre la salud de los consumidores de productos orgánicos y la de los consumidores de alimentos convencionales.
Entonces, ¿con cuál nos quedamos? María Dolores Rangón, experta en Química Agrícola e Ingeniería Agrónoma de la Universidad Politécnica de Valencia, opinaba en 2013 acerca de las conclusiones de este tipo de estudios que analizan los resultados de otras investigaciones: “lo único que nos aporta son un conjunto de resultados, pero no permite establecer conclusiones de conjunto“.
Para conseguir estas conclusiones, “siempre de carácter parcial y dentro del ámbito del estudio, lo único válido son los trabajos realizados bajo la comparación en similitud de condiciones (tipo de suelo, condiciones climáticas, variedades, razas, etc)”, señala Rangón.
Según los autores del estudio recién publicado y que defiende los beneficios de los productos ecológicos, a pesar de las diferencias que dependen del clima, tipo de suelo y demás factores, hay suficientes datos como para asegurar que las diferencias en la cantidad de antioxidantes, pesticidas y cadmio se deben al tipo de técnica agrícola.