Crearon un equipo para que sea utilizado por personas con dificultades motrices. La iniciativa surgió con la idea de ayudar a un compañero que tiene un brazo amputado.
Estudiantes de la Escuela de Educación Técnica N° 4 de Berazategui, ubicada en la calle 111 entre 18 y 19 del barrio Islas Malvinas, crearon un mouse para personas discapacitadas. La iniciativa surgió de los propios alumnos del colegio que la llevaron adelante gracias al trabajo en conjunto con docentes. Después de tres meses de trabajo, el invento está completo y ahora sueñan con más.
Leandro Dagan (41) y Verónica Ruiz (43) fueron los profesores que ayudaron a cumplir el proyecto de los estudiantes. “Cuando vinieron ni lo dudamos, nos sumamos de una”, asegura orgulloso Dagan. “Todo surgió a partir de que los alumnos observaron las dificultades que tenía un compañero, al que le falta medio brazo, y allí nació la duda de cómo era que él podía utilizar una computadora. Por esta razón se acercaron a la biblioteca a consultar por libros sobre el tema. Yo soy ayudante de laboratorio y con Vero (la bibliotecaria) los ayudamos en todo lo que pudimos desde el primer momento. Consultamos con especialistas y pusimos manos a la obra”, agrega. Al docente el proyecto lo atrapó ya que hace tiempo sueña con llevar adelante este tipo de experimentos. “Me sorprendí cuando los estudiantes me plantearon lo del mouse porque yo tenía una placa guardada para hacer esto, pero nunca lo pude terminar”, dice.
Los alumnos que formaron parte del trabajo fueron Angel Basoalto, Amyl Cozzi, Erika Ferreyra, Brisa Mattera, Agustina Pelozo, Ezequiel Palladino, Agustín Fernández y Geraldine Décima. Ninguno de ellos supera los 15 años pero, a pesar de su corta edad, saben perfectamente qué era lo que querían lograr con esta experiencia. “Cuando vimos las limitaciones de un compañero, empezamos a pensar en cómo podíamos ayudarlo. Entonces, nos dimos cuenta de que podíamos crear un sistema que le permita superar sus limitaciones. Estábamos muy nerviosos porque teníamos miedo de que nos salga mal, pero por suerte todo salió como lo planificamos y logramos hacerlo con muy pocos recursos. Lo que más nos gustó fue que el diseño se logró hacer tanto para mujeres como para varones y quedó lindo”, le cuenta Agustina, una de las alumnas, al Zonal.
Brisa, otra de las estudiantes que participó del proyecto, agrega: “Usamos las horas libres que teníamos entre las materias para ir corriendo al laboratorio y trabajar en esto. Terminábamos las pruebas rápido para poder dedicarnos más a este invento. Fueron muchas emociones juntas y cuando lo vimos terminado en el Hospital de Día y en uso por las distintas personas para la cual fue destinado el mouse, fue muy fuerte”, asegura la joven.
El “help mouse” se realizó combinando varios elementos: porcelana fría, cobertura de plástico, goma espuma, tergopol, papel afiche, madera, cinta scotch, cartón corrugado, un mouse tradicional, acrílico, fibrones, soldador de estaño, hojas, pelota de plástico, tijeras, lápices, netbook, monitor, colorante y mouse óptico. “Fue todo a pulmón”, cuenta Leandro.
“Este proyecto no pretende finalizar acá. Queremos continuar y lograr las mejoras necesarias para completar todos los objetivos. Vamos a hacer diferentes capacitaciones para poder mejorar el primer modelo y que lo puedan usar todas las personas que tienen algún problema ”, coinciden los estudiantes.