El referente de la asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, Mariano Retrivi, habló esta mañana en la 99.9 sobre la decisión de declararse en emergencia económica en el sector. “Habíamos puesto mucha expectativa en las reuniones interministeriales, pero las soluciones no llegaron”, comentó. Además, destacó que la crisis “nos toca a nosotros primero porque el volumen es más chico”.
A pesar de las ilusiones que se fueron despertando con la intención de reunirse y encontrar una salida a la crisis, el puerto de Mar del Plata continúa en estado crítico. Así lo afirmaron desde la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, declarando al sector en emergencia económica.
Uno de los referentes de esta actividad, Mariano Retrivi, afirmó esta mañana en la 99.9 que “habíamos puesto mucha expectativa en las reuniones interministeriales pensando que podía haber alguna solución, pero no llegaron. Tuvimos paciencia, pasaron cuatro meses y llegó un punto donde estamos peor que cuando empezamos a pedir soluciones. Estamos ante un silencio importante donde los anuncios no se cumplieron”.
Entre los tantos reclamos, uno de los que más pesa a la hora de sacar cuentas es el precio del combustible, que según Retrivi, “en algunos casos incluso se paga más caro que en el surtidor. Por una cuestión de cupo, hay algunos surtidores que tienen algún subsidio. Pero nosotros, al necesitar más cantidad y como Argentina importa el material energético, a veces pagamos más caro. Venimos hablando de este tema desde 2007. Parecía que se podía dar esta situación de comprar el combustible sin intermediación, pero parece que no”.
El movimiento de las embarcaciones de pesca costera es particularmente característico, por ello Retrivi explicó que “es un sector donde vendemos todo en banquina, pero nuestros clientes que vienen al barco a comprar el producto son todos exportadores. Hay un porcentaje de mercado interno, pero es mínimo, un 6 u 8%. Después, la gran mayoría de lo que traemos termina siendo exportado”.
Los costos terminan yéndose por las nubes y el pescado no se puede vender más caro, lo que provoca el gran desfazaje que hoy vive un amplio sector de la actividad portuaria marplatense. “Un barco costero tiene 75 proveedores sobre los cuales se apoya para poder trabajar. Tiene que ver con servicios, insumos, víveres para la tripulación, etcétera. Lo que notamos es que con el ritmo de inflación que trae el país, todos los insumos fueron aumentando de forma importante; a tal punto, que llegó un momento en que el cliente que viene al muelle no nos puede dar un centavo más por el pescado que se lleva”, puntualizó.
Si bien esta situación afecta a muchos sectores, en la pesca costera impacta inmediatamente: “nos toca a nosotros primero porque el volumen es más chico, no tenemos una infraestructura muy grande, no podemos acceder a los créditos que planteaban Nación o Provincia. Cuando empezamos a ver todo eso, los armadores reunidos dijimos ‘basta’ y decretamos este tipo de emergencia económica”, justificó Retrivi.
Incluso en este contexto, lograron un arreglo en el porcentaje de aumento de sueldos con los trabajadores: “la negociación con el SOMU viene desde hace un año y 10 meses casi. Con los marineros tenemos una relación de convivencia permanente y no tenían por qué pagar por un problema que no generan ellos ni es de ellos. El convenio está muy atado a la producción”.
Mientras las soluciones no aparezcan, la pesca seguirá en estado de emergencia. Y más aún los costeros, que dependen directamente de la exportación. “Toda la vida exportamos el 90% de lo que pescamos y procesamos”, finalizó Retrivi.