Uno fondeará en las costas del Pacífico y, el otro, en las del Atlántico. Tienen 1.000 camas, 11 quirófanos, 80 camas y capacidad para 1.300 médicos y tripulantes.
Los barcos hospital de la marina de los Estados Unidos están saliendo de la reserva y se están preparando para navegar a ambas costas de sus país para ayudar a combatir la epidemia de COVID-19. La marina de los EE. UU. informó que el USN S Mercy, un buque hospital que se despliega en la costa Oeste y está diseñado para tratar con eventos a gran escala, como la guerra, ya está alistado.
Prepararse para un despliegue de emergencia les toma unos cinco días, pero una vez activado el protocolo cada nave de 268 m y 63.000 toneladas de desplazamiento se convierte en un hospital totalmente autónomo, con 1.000 camas a disposición, 11 quirófanos, 80 camas de terapia intensiva y una sala de radiología.
Cada uno de los barcos puede transportar hasta 1.300 médicos, enfermeras, ayudantes y tripulación de a bordo, personal médico que es reasignado de hospitales navales e instalaciones médicas existentes en tierra.Las dos naves fueron construidas en en la década de 1980, y diseñadas para prestar servicios médicos durante grandes guerras y desastres naturales.
El USNS Mercy dejó su puerto de origen en San Diego, California, el 23 de marzo, rumbo al área metropolitana de Los Ángeles. Este buque hospital no atenderá activamente a las personas diagnosticadas con Coronavirus, sino que se concentrará en traumas y otros casos de atención, liberando hospitales de tierra para concentrar su atención en combatir la pandemia.
El barco hermano de Mercy, el USNS Comfort, tiene su base en Norfolk, Virginia, y se dirigirá a la ciudad de Nueva York en las próximas semanas. El despliegue le cayó justo en el momento en que a el barco estaba experimentando una serie de actualizaciones, lo que retrasó la activación del barco.