En el último año creció un 33% la cantidad de usuarios de 7 a 13 años. Lo que más piden: smartphones con juegos y redes sociales.
Para jugar, para chatear, para sacarse fotos y compartirlas en Facebook. Deslumbrados con esas posibilidades, los más chicos del hogar insisten con tener un celular. Y ya no se conforman con uno heredado, básico y gastado. Viendo una oportunidad, el mercado incentiva esos deseos. Y los padres dan el “sí” cada vez más temprano. El resultado, según distintas investigaciones, es que una creciente cantidad de niños, incluso de 8 o 9 años, están llevando teléfonos móviles en sus bolsillos y mochilas.
Un estudio de la consultora Kantar Worldpanel mostró que más un tercio de los argentinos de entre 7 y 13 años ya es dueño de un celular. Según esa investigación, que tomó 9.500 casos en todo el país, la proporción de usuarios de esa edad era del 21% a fines de 2011, pasó al 27% un año después y llegó al 36% en diciembre pasado (un 33% más en un año). Una expansión acelerada que, en buena parte, es posible por padres más permisivos.
“Hace diez años los chicos debían insistir mucho hasta que les dieran un celular, y eso ocurría recién a partir de los 14 o 15 años. Pero ahora el convencimiento ocurre antes, en forma más espontánea. Y hoy se ven muchos chicos de 8 o 9 años con móviles. A los 10 la mayoría ya tiene uno, y a los 11 y 12 la incorporación es definitiva. Lo que destacan los padres es que poder ubicarlos al instante les resulta práctico y tranquilizador”, comentaron Ximena Díaz Alarcón y Mariela Mociulsky, directoras socias de la consultora especializada en tendencias Trendsity.
“Viene en aumento la cantidad de chicos que tienen su propio celular. Los piden cada vez a menor edad y los adoptan con gran facilidad para jugar, interactuar con sus pares y sentirse independientes”, coincidió Mónica La Madrid, investigadora del consumo infantil con larga trayectoria.
Según sus estudios, el común de las familias ahora “considera aceptable” que el primer teléfono móvil se les dé a los chicos cerca de los 9 años. Dice también que lo más usual es que primero les cedan un aparato básico que algún adulto ya dejó de usar. Pero eso empieza a chocar contra las nuevas exigencias infantiles. “Otra tendencia que observamos es que ya no se conforman con un celular usado, viejo y rayado. Exigen uno nuevo y propio al que puedan personalizar a gusto, por dentro y por fuera. Uno que además les permita bajar aplicaciones como juegos, Facebook y Whatsapp”, añadieron en Trendsity.
Es decir, pretenden un smartphone. La buena noticia para los padres es que ahora hay móviles inteligentes por menos de $ 900: son los de gama baja, conocidos como “de ingreso”, que hace un año desplazaron a los “sociales” y hoy los chicos están heredando. Lo malo es que, aunque puedan servir como primer celular, los niños verán pronto sus limitaciones.
“La demanda de tecnología es tan alta que en menos de un año ya estarán pidiendo uno mejor ”, opinó David Terceros, experto en móviles de la consultora GfK Retail and Technology. Y pronosticó que, por eso, este será un año en que los más jóvenes buscarán cambiar esos celulares básicos por otros más veloces, con mejor cámara, una pantalla más grande e idealmente todo táctiles.
“La aspiración son los smartphones de alta gama, pero se hicieron muy poco accesibles. Por eso, este año las compras se volcarán a modelos de gama media y media-alta, con pantallas de entre 3 y 4,5 pulgadas”, anticipó. Esos teléfonos, liberados, cuestan al menos $ 1.500 y pueden superar los $ 3.500.
Hace dos años, el estudio Kiddo’s mostró que los chicos argentinos usan celulares mayormente para jugar y mandar mensajes, y en menor medida para tomar fotos y escuchar música. Hoy, a eso habría que sumar la actividad en Facebook y Whatsapp. Más de la mitad, en ese entonces, ya elegía ringtones y fondos de pantalla.
Son ese tipo de contenidos y aplicaciones, a veces asociados a personajes de la televisión, los imanes que más atraen el interés de los chicos hacia los teléfonos. Las compañías, a la vez, apuntan a los padres con rebajas en fechas especiales (como el Día del Niño) y planes –en general prepagos– que les permiten controlar los gastos.
“Las promociones de 2×1 en móviles básicos podrían ser una opción atractiva este año para bajar la barrera de entrada de los preadolescentes. Los paquetes con números gratuitos dentro de la misma red también resultan atractivos para los padres”, indicaron en Kantar Worldpanel.
Sucede que, actualmente, con un mercado adulto saturado de móviles, los niños son el único segmento donde las empresas ven que pueden ganar nuevos clientes, y fidelizarlos a futuro. Por eso, según la consultora, los chicos de 7 a 13 años son el grupo donde más crece la telefonía celular a nivel mundial. Anticipan también que éste será el target más importante al que apuntarán las operadoras locales este año.