Un hombre fue interceptado en la ruta Hong Kong-Macao con 256 CPUs de gama alta enganchados al cuerpo.
La crisis de escasez de componentes para ordenadores está llegando a sus picos más alto, tanto es así que comienza a haber personas que involucradas en grandes redes de contrabando.
El último caso es el de un hombre detenido en la frontera de Hong Kong con más de 2.000 unidades centrales de procesamiento, 1.000 unidades RAM, 630 móviles y 70 artículos cosméticos.
Pero quizás uno de los casos más llamativos es el de un conductor que iba de Hong Kong a Macao y llevaba pegado al cuerpo 256 CPUs de alta gama de Intel de la misma forma que haría cualquier traficante de droga.
El individuo llevaba encima dispositivos con un valor de más de 100.000 euros y son componentes cuyo precio no para de subir diariamente a nivel mundial.
La escasez de este tipo de procesadores se debe a la minería que son necesarios para la minería de criptomonedas, una práctica que está actualmente en alza. Y aunque en China se haya prohibido y el precio de estas CPUs haya bajado, siguen estando muy cotizadas.
El gobierno chino le ha declarado la guerra a este tipo de prácticas y no solo ha prohibido realizar minería, sino que además penaliza el tráfico de componentes con multas de hasta un millón y medio de euros más siete años de prisión.
Sin embargo, esto parece que solo acaba de empezar, es la tercera detención de este calibre en China en menos de un mes y es solo el principio de una crisis que se estima que dure como mínimo hasta 2022.