Los últimos comicios celebrados en Japón indican que los conservadores estarán al frente del poder. El Partido Liberal Demócrata lideró los porcentajes, con un discurso basado en el “regeneracionismo patriótico”.
Tras dos décadas de crisis económica, Japón está atravesando su cuarta recesión desde el 2000. Ayer, en las elecciones generales, triunfó un Parlamento más conservador y nacionalista con mayoría del Partido Liberal Demócrata (PLD), que se presentó a elecciones con la idea del “regeneracionismo patriótico”. Liderazgo fuerte, una posición más firme frente a China, un Ejército propio, una apuesta por la energía nuclear y una terapia de “shock” monetario y fiscal para salir de la crisis, fueron algunos de los temas que propone.
Según resultados provisionales, de los 480 escaños de la Cámara Baja, el PLD se habría llevado más de 300; su aliado, el Nuevo Komeito, otros 30. Y los ultraderechistas del Partido de la Restauración de Japón, entre 45 y 65. De acuerdo a estos resultados, el progresista Partido Democrático (PD) abandona el gobierno con alrededor de 60 escaños, cinco veces menos de los que consiguió en 2009. Hace tres años, había logrado sacar del poder al PLD por primera vez en más de medio siglo, con promesas de fortalecer el sistema de seguridad social brindando más y mejores servicios públicos. Pero el accidente de Fukushima generó una deuda que alcanza ya el 230 por ciento de su PIB, y la sociedad no se resigna a aceptar las medidas que los economistas llevan adelante: desregularización, austeridad y/o subida de impuestos para cuadrar las cuentas, apertura a la inversión extranjera y a la mano de obra inmigrante, integración de la mujer en el mercado laboral.
Por su parte, el nuevo primer ministro, Abe, es considerado un “halcón” dentro de su propio partido y durante la campaña electoral eligió tomar como base las consignas del nacionalismo, con argumentos que estaban prácticamente vetados desde la Segunda Guerra Mundial.
De esta manera y con sentimiento patriótico Abe ha prometido rearmar su país, cuya defensa sigue actualmente en manos de Estados Unidos y hacerle frente a China.