El responsable del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons, se refirió esta mañana en la 99.9 a la cantidad de víctimas fatales que hubo durante el fin de semana largo en las rutas argentinas. “En Argentina mueren 18 o 20 personas por día. Seguimos teniendo una sangría enorme de gente que muere por causas torpes y evitables”, agregó.
El fin de semana ha dejado un saldo tráfico en las rutas argentinas que llega a un total de 24 víctimas fatales, además de los heridos. En tal sentido, el responsable del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons habló en la 99.9 y contó su experiencia personal: “viajé a Villa Gesell y las cosas que vi en la ruta son increíbles. Estuve a punto de presenciar dos choques frontales en la Ruta 74 por negligencia de la gente y personas por la Autovía 2 circulando por la banquina delante de los controles policiales sin que nadie les diga nada”.
Además de los grandes problemas de infraestructura y control, hay mucho de negligencia ciudadana: “somos muy maleducados y tenemos la sensación de que no pasará nada. Los controles no son tales, sino presencias”.
La cifra impactante de la cantidad de personas que perdieron la vida en las rutas el fin de semana, contrasta aún más con lo que sucede cotidianamente: “en Argentina mueren 18 o 20 personas por día. Seguimos teniendo una sangría enorme de gente que muere por causas torpes y evitables. Seguimos fallando en la educación, la concientización y lo que es el control y sanción. Hay mucha laxitud respecto de las penas”, enfatizó Pons.
Hoy está en boca de todos el proyecto de Alcoholemia Cero que se quiere impulsar: “hay muchas cosas alrededor de la Alcoholemia Cero. Cuando uno se mete en cosas técnicas es inviable hacerlo. La Organización Mundial de la Salud propone los mismos mínimos que tenemos nosotros. Los que quisieron ser más severos no legislaron en 0, sino en 0,2 o 0,3 porque se cae en chicanas técnicas”, comentó el presidente de OVILAM.
En muchos países se ha trabajado en legislaciones más duras, pero nunca llegando a 0: “nadie legisló el cero porque mucha gente se comió el amague del título que está muy bien como cliché para decir que serán estrictos. Hay cuestiones muy llamativas. No hace falta bajar el límite porque está prohibido el expendio de bebidas alcohólicas en cualquier lugar que esté sobre las rutas o que tengan salida a las rutas”, ejemplificó.
A pesar de ello, nadie controla y ese es el gran problema en las rutas nacionales: “ayer estaban los móviles parados en las puertas de las parrillas que venden alcohol. No se hace lo que ya se podría estar haciendo. En 32 años que manejo en la ruta, nunca vi un control de alcoholemia”.
Nunca se trabajó en los lugares donde habitualmente suceden accidentes y donde hay una causa que los ocasiona, por lo que la perspectiva de mejorar a futuro no parece muy certera: “hay puntos negros en los mapas de siniestralidad, pero una vez que se detectan se debe solucionar el problema que genera los accidentes”, finalizó.