Los disturbios en los suburbios se cuelan en la campaña electoral

Las violentas protestas por la presunta violación policial de un joven negro provocan acusaciones cruzadas de laxismo gubernamental o de instrumentalización electoralista a dos meses de los comicios presidenciales.

La presunta violación de Théo, un joven negro de 22 años, durante un control de identidad practicado por la policía en Aulnay-sous-Bois (al norte de París) el 2 de febrero ha dado lugar a violentas protestas que se extienden en los suburbios de la capital francesa.
La manifestación inicialmente pacífica del sábado en Bobigny para protestar contra la violencia policial culminó con destrozos en las calles: coches calcinados, vitrinas y marquesinas destrozadas, así como con 37 detenidos.
Con el espectro de la ola de violencia de 2005, la situación de los suburbios donde se concentran ciudadanos pobres de origen extranjero alimenta el debate político a dos meses de las elecciones presidenciales.
El candidato conservador François Fillon apuntó a “la responsabilidad del gobierno” socialista por la ola de violencia. “El gobierno no debe dejar que se exprese la violencia cuyas primeras víctimas son siempre los habitantes de los suburbios”, recalcó.
Para el ultraderechista Frente Nacional, estos disturbios confirman sus tesis. Son “la consecuencia del laxismo difundido en la sociedad francesa, que es la responsabilidad de los políticos que nos han gobernados por años”, fustigó Marine Le Pen.
El candidato socialista Benoît Hamon rechazó estos dichos, acusándola de “echar leña al fuego” y “alentar la violencia con su discurso de odio y sus indignaciones selectivas”.
En el mismo sentido, la extrema izquierda alertó sobre el rédito político que la ultraderecha puede conseguir. “Algunos parecen anhelar los disturbios en los suburbios”, aseveró Jean-Luc Mélenchon, candidato de “La France insoumise” (Francia insumisa).
Lo cierto es que la situación volátil de los suburbios, donde se concentran las cuestiones más sensibles que atraviesan la sociedad francesa (desempleo, inmigración, racismo, integrismo islámico, delincuencia), vuelve a concentrar las miradas de un país que se apresta a ir a las urnas.