Fueron en actos de 2014 y 2015. El sindicalista cayó en su chacra de 80 hectáreas en Piriápolis. Lo investigan por lavado de dinero y delitos tributarios.
A Marcelo Balcedo no siempre se lo vio con la mirada quieta y las manos juntas, como cuando este jueves lo detuvieron en su chacra de Punta del Este. Algunos años atrás, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) se jactaba de defender los derechos de los trabajadores y hasta repudiaba la pobreza. Al sindicalista le secuestraron 500 mil dólares en efectivo, autos de lujo valuados en $ 13 millones y lo investigan por lavado de activos y delitos tributarios.
Fue entre 2014 y 2015 que Balcedo se quejaba, a los gritos, de la difícil situación económica que afrontaban los afiliados de su gremio. “Mis compañeros están debajo de la línea de la indigencia. Ya no estamos hablando de pobreza, sino de la indigencia. Una persona no puede comer con $8.300 por mes. La mayoría ya tiene hipotecado parte del sueldo por los préstamos que tienen que pedir”, reclamaba mientras sus seguidores lo arengaban al ritmo de “u-ni-dad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”.
En otro momento se lo escuchó afirmar que en el SOEME “están todos juntos para defender el derecho de los trabajadores” y hasta festejar que su gremio fue “el único en toda la provincia de Buenos aires que tuvo un aumento del 44% porque peleó para conseguirlo”. En esa oportunidad, Balcedo también mencionó que amenazó al funcionario que lo recibió para negociar con no levantar una toma si no le daban el porcentaje de suba que había pedido.
El secretario general del SOEME y empresario de medios en La Plata cayó en Punta del Este, investigado por delitos tributarios y lavado de dinero. Junto con él detuvieron a su mujer, la abogada uruguaya Paola Fiege.
La pareja tenía alrededor de medio millón de dólares en efectivo, armas y autos de alta gama en una lujosa chacra de 80 hectáreas ubicada en Piriápolis.
Sobre el gremialista pesa una denuncia de la AFIP por delitos tributarios y presunto lavado de dinero, a través de la cuenta bancaria del SOEME. La sospecha es que sacó en efectivo 50 millones de pesos entre 2012 y 2013. Además, los investigadores analizan la compra de propiedades y autos de alta gama cuyos dueños no tendrían la capacidad contributiva como para haberlos comprado.