La representante de la Reserva Natural del Puerto, María José Solís, habló esta mañana en la 99.9 sobre los puntos que abordarán en conferencia de prensa esta tarde. “El presidente del Club Aldosivi, José Moscuzza, le compró a la ingeniera ambiental Valeria Jáuregui, que firma los estudios, equipos muy costosos para análisis de la calidad del aire. Y tiene el monopolio en Mar del Plata para hacer estos análisis”, denunció.
El conflicto que continúa enfrentando a los defensores de la Reserva Natural del Puerto de Mar del Plata y el Club Aldosivi, sigue sumando capítulos inverosímiles. Mientras tanto, la entidad deportiva no detiene su avance sobre las tierras.
Hoy, desde las 18hs., se realizará una presentación pública en la sede de la Sociedad de Fomento del Puerto (Padre Dutto 383) con una serie de detalles para poner en consideración de los marplatenses. Esta mañana en la 99.9, María José Solís anticipó qué cuestiones abordarán. “En el mes de abril, con 32 meses de retraso, el club recibe una habilitación otorgada por el OPDS por medio de la cual les aprueban las obras a partir de un estudio de impacto ambiental que se presentó muy tarde. Según la ley, ese estudio se debe presentar antes de empezar las obras. No tuvieron ningún punitorio, sin embargo”, anticipó.
Luego agregó: “en febrero o marzo de 2011 habían presentado un documento muy similar al que ahora les fue aprobado, pero en aquél momento lo rechazaron porque estaba muy mal hecho. Ambos informes fueron realizados por la misma persona, la ingeniera ambiental Valeria Jáuregui, que estudió en la Universidad que editó el libro de la Reserva y fue alumna de los profesionales que lo escribieron. No desconoce que existe este libro porque fue publicado cuando ella era alumna, pero está relacionada con el presidente de Aldosivi”, puntualizó en referencia a José Moscuzza. La relación quedó aún más clara a partir de otro dato: “según sabe la gente de la Universidad donde estudió esta chica, el presidente le pagó unos equipos muy costosos para análisis de la calidad del aire y tiene el monopolio en Mar del Plata para hacer estos análisis”.
En base a este “favor” a cambio del cual se esperaba que escriba un informe favorable, no se tomaron en cuenta los graves errores en los que Jáuregui incurrió: “en ese informe hay 15 páginas con información del censo y 6 páginas de clima que no sabemos de dónde sacó, porque no puso bibliografía. Nosotros tenemos un experto de nivel internacional en evaluación de impacto ambiental que no puede creer lo que es el estudio”. Luego abundó: “tiene errores de ortografía y de forma. No pone de dónde saca los datos y tiene fallas conceptuales graves, además de tener muchos errores de ortografía. En numerosas ocasiones menciona las lagunas paralíticas, que nadie sabe qué son. En Geología hay un concepto que existe que son las “lagunas parálicas”, que reciben el aporte del agua del mar en algún momento. Puede ser que se deba al corrector de Word, pero recibió la misma corrección en el informe del 2011”.
No solamente hay falencias en el aspecto técnico, sino también en los aportes que científicamente podrían avalar su posición: “sin ninguna validez científica, indica que las aves no fueron afectadas por las obras; y la demostración es que las aves interactúan con el predio porque se posan en el césped. Ella afirma que lo único que necesitan las aves es posarse en el pasto, no alimentarse o hacer un nido, por ejemplo”.
Todo esto no representa un atenuante para la OPDS, el organismo que debe autorizar las obras. Y tampoco justifica el retraso de más de dos años y medio en la presentación del estudio de Impacto Ambiental: “el OPDS les aprueba, y les objeta que todas las obras ya están realizadas y que no pueden hacer obra nueva, que es lo que estamos discutiendo desde abril. Cada vez que hablo con ellos tengo que explicarles que ahora están rellenando la laguna. La Declaración de Impacto Ambiental dice que las obras ya terminaron, pero desde abril han avanzado, sacaron árboles y extendieron el relleno sacando parte del paleoacantilado sobre el que se apoya la Avenida de los Trabajadores”. Solís llegó a fotografiar las máquinas trabajando el 25 de mayo pasado: “hay una retroexcavadora todos los días que no se ve desde la calle, que está trabajando y sacando el material del paleoacantilado”.
Todas estas cuestiones serán oficializadas esta tarde en manos de profesionales y buscando que se encuentre algún freno a las obras ilegales que comenzó Aldosivi: “hay muchas irregularidades en distintos aspectos, sobre todo formales, administrativos y legales. Eso lo expondrá hoy el abogado José Esain junto con la Dra. Silvia De Marco, que es investigadora del CONICET”.