Así lo sugiere un estudio realizado por un grupo de universidades europeas. Opiniones locales.
Tener padres autoritarios aumenta el riesgo de consumo de alcohol y drogas en los adolescentes. Esa es la principal conclusión de un estudio realizado por un grupo de investigadores de universidades europeas que encontraron que ninguno de los dos extremos en el comportamiento de los padres contribuye a evitar las adicciones: ni la falta de límites ni el exceso de autoridad.
El equipo de investigadores, liderado por profesionales del Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea) que está en Mallorca, se propuso establecer qué clase de relación entre padres e hijos protege más del abuso de drogas considerando dos elementos: el control y el afecto de los padres. Amador Calafat, uno de los autores del trabajo, que fue publicado por la revista especializada Drug and Alcohol Dependence, destacó que la principal conclusión que sacaron es que ninguno de los extremos funcionan y lo que mejor resultado da es tener una buena relación con los hijos, acompañada de control directo (lo que los expertos llaman estilo autorizativo o democrático) o indirecto (lo que se denomina estilo indulgente inglés).
NIVELES DE CONTROL FAMILIAR
Estas clasificaciones se determinan a partir del grado de control familiar, Los investigadores consideran al modelo autoritario como una variante del autorizativo: en el autoritario los padres, además de ser exigentes y controladores, tienen la característica de ser también menos afectivos. Otras clasificaciones tienen que ver con los llamados modelos indulgente y negligente.
Los dos se caracterizan por su bajo nivel de represión, pero mientras los negligentes son poco afectuosos, los primeros se caracterizan por ser muy afectivos, indicaron los investigadores que estuvieron a cargo del trabajo.
COINCIDENCIAS
Los autores encontraron coincidencia en los distintos países europeos en los que estudiaron la relación entre modelo paternal y adicción a las drogas y al alcohol. En ese sentido, concluyeron que los modelos indulgente y autorizativo son los que mejor funcionan tanto en el campo de la prevención del consumo de sustancias como para evitar otros trastornos personales.
El estilo indulgente es también beneficioso en lo que tiene que ver con la autoestima y el rendimiento escolar. Los investigadores entienden que los datos obtenidos les permitirán mejorar y unificar las campañas de prevención para todo el continente europeo. Para hacer el trabajo se entrevistó a un total de 7.718 adolescentes, 3.774 de ellos varones, 3.944 mujeres, de entre 11 y 19 años. Los chicos fueron entrevistados en seis países de Europa: España, Portugal Suecia, Reino Unido, Eslovenia y la República Checa.
Para los investigadores, los estilos autorizativos e indulgentes presentan el mismo nivel de protección frente al consumo de drogas, Estos datos no son coincidentes con estudios hechos en otros entornos culturales, donde se consideraba recomendable la imposición de los padres (como en Estados Unidos) o imprescindible (como en algunas culturas asiáticas).
HOGARES DIFUNCIONALES, PADRES AUSENTES
Consultados acerca de estas conclusiones, especialistas locales hicieron hincapié precisamente en esas diferencias culturales que hacen que en nuestra Región sea más común la asociación entre adicción a las drogas y al alcohol y hogares disfuncionales o padres ausentes. Según indicó a este diario Oscar Molteni, director del Hospital Reencuentro, “si uno considera la experiencia clínica, lo más común es que aparezcan asociados los orígenes de la adicción con alguna cuestión traumática infantil vinculada a familias disfuncionales, especialmente con la combinación padre ausente-madre sobreprotectora”. Molteni indica que “este estudio puede reflejar lo que pasa en el medio cultural europeo, pero en nuestra Región lo más común es que no haya una figura paterna estable. Ni autoritaria ni permisiva”. Otro indicador de esta situación es que cuando existe la internación compulsiva de un adicto ordenada por la justicia a pedido de un familiar, en la mayoría de los casos (casi el 90%), ese familiar es la madre del afectado. Para Molteni, no obstante, “los extremos nunca son buenos en ninguna cuestión vinculada con la adicción. Si no lo son en lo que tiene que ver con los padres, tampoco en lo relativo a la conducta del adicto. Y esto lo vemos cuando existe un pluriconsumo en el que se mezclan distintas drogas, o cuando se quiere dejar todo junto”.
Menos y más
Los adolescentes estadounidenses fuman, beben y pelean menos que antes. Pero envían mensajes de texto mientras conducen y dedican mucho tiempo a los videojuegos y la computadora, de acuerdo con el estudio oficial más reciente de conductas preocupantes realizado en ese país.