El abogado Julio Hikilo está brindándole asesoramiento a un grupo de policías que está reclamando por un criterio más claro en los ascensos de la fuerza, pero también por los pocos elementos que tienen para trabajar y el mal estado en el que se encuentran. “Terminé muy preocupado”, indicó en la 99.9 luego de una reunión realizada ayer.
Los policías en la provincia de Buenos Aires están empezando a alzar la voz por reclamos que son valederos. Inicialmente, hay mucho enojo en el criterio de los ascensos, pero también ha surgido el problema de los pocos y malos elementos con los que deben trabajar.
El abogado Julio Hikilo está asesorándolos y habló esta mañana en la 99.9 sobre lo que pudo recoger en una reunión que llevaron a cabo ayer. “Terminé preocupado. Hay algo con lo estrictamente salarial y la forma en la que se otorgan los ascensos; pero por otro lado están las condiciones laborales en la que están desempeñando su tarea con pocos elementos y en malas condiciones. Ellos manifiestan que no pueden brindar seguridad porque están trabajando de una forma insegura”.
Esta realidad contrasta con lo que se anuncia públicamente y lo que el gobierno provincial muestra en sus campañas publicitarias. “Lo que se explicita es una seguridad virtual. En la práctica no se ajusta lo que se propone, es una seguridad visual y no real. Hay una imperiosa necesidad de escuchar a los policías porque ahí se pueden hacer los ajustes. Los móviles no están blindados, no tienen auxilio, no tienen crique, elementos de comunicación y demás. Resulta que los teléfonos que figuran en los móviles están cruzados, los de la zona sur están en la zona norte”, ejemplificó el letrado.
Además, continuó detallando otros problemas operativos que atentan directamente contra la lucha que algunos policías le quieren dar a los delincuentes: “tienen problemas con la operación del 911, porque el aviso de personas que están sufriendo una situación de inseguridad les llega a veces hasta 40 minutos después. Hay órdenes de dar prioridad de mantener íntegro el móvil policial y no perseguir a un delincuente para no poner en riesgo la integridad del móvil”.
Estos puntos que le comentaron los propios efectivos, son con lo que tienen que convivir en lo cotidiano, pero también existe el problema de los ascensos que no se están manejando bien. “Hay discrecionalidad con los ascensos, no hay un criterio objetivo. Esto generó malestar y la necesidad de que empecemos a trabajar”, explicó Hikilo. El problema está planteado en que no saben cómo hacer para llevar adelante un reclamo ya que no están representados: “los policías no tienen una organización sindical y no tienen forma de canalizar sus pedidos. No tienen un canal de reclamo democrático para hacer llegar su visión de la seguridad. Eso genera una olla a presión”, aclaró el abogado.
A partir de ahora, tratarán de encontrar respuestas en los funcionarios encargados de darlas y el primero con el que intentarán hablar es con el nuevo Secretario de Seguridad de Mar del Plata: “hoy haré gestiones para hablar con “Manino” Iriart porque queremos transmitirle estas enormes falencias. El criterio que están aplicando para brindarnos seguridad es falso, las órdenes que se bajan son para una protección visual”.
Por último, reclamó al gobierno que se encargue de estar cerca de los policías escuchando sus demandas porque es la única manera de corregir el rumbo de la fuerza policial. “A veces uno tiene el prejuicio de que la policía es toda igual, pero he escuchado a personas que quiere poner su vida en riesgo para dar seguridad; pero los terminamos planchando. El poder político debe controlar el funcionamiento”, concluyó.