Llenar un tanque de 40 litros sale por menos de un dólar, pero el país debe importar un tercio de lo que consume.
En Venezuela, llenar un tanque de 40 litros de gasolina súper cuesta menos de 1 dólar. Sin embargo, a pesar de tener la gasolina más barata del mundo y de ser productor y exportador de petróleo, el país debe importar un tercio del combustible que consume. Algo que afecta, y mucho, sus finanzas.
Debido a las dos últimas devaluaciones de la moneda, decretadas este año por el gobierno de Nicolás Maduro al tipo de cambio de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar, el precio de la gasolina ha caído todavía más.
Hace 17 años que se mantiene congelado el mismo precio de la gasolina en Venzuela. Desde hace un año, importa gasolina y gasoil de Estados Unidos a razón de 100.000 barriles diarios; es decir, un 30% de su consumo.
La subvención por la importación ahora representa un gasto de 1.700 millones de dólares anuales. El ministro de Energía y presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, señaló que ese tema no tiene que ver con necesidades fiscales sino “con una conducta de derroche de nuestros recursos naturales. Es insólito, y es una discusión que debe abrirse en nuestro país. No tiene sentido que desperdiciemos nuestros recursos así”.
El precio interno de la gasolina mantenido con la subvención ha llevado el consumo diario a 750.000 barriles. Según los analistas, el gobierno venezolano no ha tenido una política petrolera rentable ni de eficacia en su industria e independencia financiera.