Los sucesores

La selección argentina de básquetbol sigue experimentando la tan comentada transición después del momento de mayor éxito de la Generación Dorada. El DT Julio Lamas cuenta los detalles de su programación.

La planificación de Argentina rumbo a Río 2016 tiene varias escalas que mostrarán distintas facetas de este recambio generacional que ya está en marcha.

Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fueron el punto máximo de esta camada inolvidable con la obtención de la medalla de oro; Beijing 2008 nos demostró que el fuego sagrado estaba intacto y otra vez Argentina subió al podio para colgarse la presea de bronce; y en Londres 2012, Argentina quedó muy cerca de volver a ser medallista al obtener un valorable cuarto puesto.

En la proyección hacia los próximos Juegos Olímpicos, la intención será forjar jóvenes valores que crezcan bajo el ala de los más experimentados teniendo en cuenta que es prematuro pensar en una posible presencia de los referentes de la selección nacional que, en caso de llegar a Río 2016, encararían su cuarta presencia olímpica. Manu Ginóbili tendría 39 años, Luis Scola y Andrés Nocioni 36 y, el más joven, Carlos Delfino, 34.

En 2013, el equipo dirigido por Julio Lamas deberá afrontar el Premundial de Caracas para clasificar al Mundial de España 2014. Este torneo, que clasificará a cuatro de las diez selecciones participantes del continente, tendrá varias ausencias en relación a la conformación del plantel que participó en Londres.

En principio, se sabe que no estará Emanuel Ginóbili, quien aparentemente quedará disponible para jugar el Mundial del próximo año. Todavía no confirmaron su participación algunos jugadores clave como Andrés Nocioni, Carlos Delfino y Pablo Prigioni. El gran capitán Luis Scola lleva asistencia perfecta y el Premundial de Venezuela no sería la excepción. Pero el próximo compromiso de la selección argentina de básquet será afrontado también con la intención de sumar jugadores jóvenes con proyección hacia los siguientes torneos importantes.

En el camino rumbo a Río será imprescindible potenciar a jugadores como Marcos Mata, Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y agregar nuevos valores (como Franco Giorgetti, Marcos D´Elía, Juan Manuel Fernández, Patricio Garino, entre otros) para que vayan sumando confianza porque podrían ser ellos los que en el futuro inmediato deban llevar adelante el equipo.

En este sentido, Julio Lamas, técnico de la selección, sabe que el trabajo de su gestión será vital para fortalecer la base del equipo del futuro. En relación a los marplatenses que están en la mira, Lamas habló de Patricio Garino, el jugador surgido en Unión que hoy está en el básquetbol universitario estadonidense en George Washington: “A Garino no lo conozco mucho, pero seguramente lo veré este invierno. Quiero conocerlo. Es uno de los jugadores que está dentro de la órbita de los 30 jugadores que sigo de todo el mundo”. También se refirió al joven base de Quilmes, Luca Vildoza, quien ya está entre los juveniles preselecionados para el Mundial U-19: “Vildoza es un buen proyecto. Con potencial. Lo vi entrenarse. Es rápido, potente, penetra, tiene tiro. Tiene posibilidades en el futuro si se entrena bien de acá en adelante y se cuida como profesional”.

En el Mundial de España 2014 se espera que Ginóbili pueda tener su gran despedida con la camiseta argentina, pero el escolta de San Antonio Spurs siempre planificó su futuro año por año y habrá que esperar para saber su decisión. El Mundial 2014, en el que terminará su contrato el coach Julio Lamas (aunque es intención de la dirigencia extender el vínculo hasta Río 2016), será el torneo en el que ya deberá evidenciarse un avance en relación a la aparición de jugadores que de promesas pasen a ser una realidad.

De acuerdo a lo expresado por el presidente de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), Germán Vaccaro, lo que se busca es darle continuidad a la tarea que se viene realizando con Lamas a la cabeza para aprovechar toda la experiencia cosechada en este proceso y proyectar lo avanzado hacia la próxima cita olímpica.

En 2015, los Juegos Panamericanos de Canadá serán un torneo de segundo orden ante la importancia del Preolímpico rumbo a Río que se disputará ese mismo año (en sede a designar), pero la cita de Toronto se convertirá en una prueba de fuego para los chicos que quieran ganarse un lugar. Será decisión, en su momento, de la Confederación y del cuerpo técnico determinar qué equipo concurrirá a cada torneo. Será muy duro el Preolímpico clasificatorio para Río teniendo en cuenta que otorga apenas dos plazas para América entre los equipos participantes, incluyendo a la potencia Estados Unidos (excepto que accedan de manera directa si se consagran campeones del mundo en España 2014).

Es por eso que la proyección hacia los próximos Juegos Olímpicos obliga a la CABB a trabajar con los sucesores en una transición a conciencia para poder llegar con un equipo sólido y competitivo que se vaya forjando desde ahora y que mantenga, con sangre nueva, la esencia de la Generación Dorada.

Un pacto

A las puertas de una clasificación mundialista, el entrenador Julio Lamas reconoció que varios referentes de la Generación Dorada hoy se están preguntando si pueden extender su carrera un poco más. “Llegamos a Londres con un pacto que se había iniciado en Mar del Plata, que era clasificar a los Juegos Olímpicos. Había varios jugadores que tenían en mente que su último torneo iba a ser Londres. Pero haberse sentido bien dentro del grupo y haber jugado bien los pone a muchos en situación de pensar en jugar un añito más. Esa es la situación que hoy se vive. No hay una certeza concreta de saber si van a estar o no ciertos jugadores. Me da la sensación de que Luis Scola va a estar, porque él así lo transmite aunque no lo haya dicho. Es tan compromotido con el equipo y se interesa a lo largo del año por tantas cosas que te da la sensación de que va a estar”, afirmó Lamas.